Nada está absolutamente cerrado pero Florentino Pérez lleva semanas haciendo gestiones por si se presenta a las elecciones y sale elegido presidente. AS adelantó el pasado 13 de febrero que el primer candidato al banquillo era Carlo Ancelotti y hoy, casi mes y medio después, continúa siendo el elegido con la salvedad actual de que no sólo podría ser el técnico sino también compaginar su función con la de máximo responsable de la parcela deportiva. Entrenador y mánager en una misma persona. Una vieja pretensión de Florentino Pérez, la figura inglesa transportada al Bernabéu. Hay que resolver flecos y delimitar bien las funciones de cada cual dentro de un organigrama en el que también estará Jorge Valdano como "primer ministro", pero en el que además entran ejecutivos de reconocida solvencia.
Pasado Wenger. Unos están ya en el club y otros llegarían de la mano de Florentino Pérez. El diario italiano Tuttosport publicó ayer que hace varias semanas Florentino Pérez y Ancelotti podrían haberse reunido en el hotel Kempinski (ex Hilton) de Ginebra y haber cerrado un acuerdo para las tres próximas temporadas a razón de cinco millones netos por cada una de ellas.
Históricamente, el cargo de entrenador siempre ha sido clave en las organizaciones de Florentino Pérez y, en parte, también una de sus asignaturas pendientes, como demuestra el hecho de que en seis años pasaran por su banquillo hasta seis técnicos: Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo y López Caro. Hace tres años, cuando dejó la presidencia, su preferido era Arsene Wenger. Entre otras razones porque siempre le ha gustado el modelo inglés que aglutina en una misma persona toda la parcela futbolística. Transcurrido el tiempo, Wenger ha pasado a un segundo plano, tanto porque el francés tiene alternativas abiertas en el Arsenal que le pueden convertir hasta en presidente ejecutivo del club, como porque en el Madrid no podría desarrollar su proyecto como lo hace en el Arsenal porque las exigencias de uno y otro club son distintas.
Experiencia. Con Wenger en un segundo plano, la primera opción, Carlo Ancelotti, también tiene sus mínimos inconvenientes, aunque por supuesto para Florentino son mayores sus virtudes. Lo único que le preocupa sobre el técnico es que no acabase bien su experiencia en el banquillo rossonero. Esta temporada el Milán no ha jugado la Champions y a pesar de ello quedó pronto descolgado de la lucha por el Scudetto (marcha tercero en la clasificación, a catorce puntos del Inter) y también quedó eliminado de la Copa de la UEFA. A pesar de todo, la trayectoria del italiano como técnico es lo suficientemente contundente como para pensar que está preparado para el banquillo del Real Madrid. Ocho temporadas en el Milán a las órdenes del tándem Berlusconi-Galliani y con una plantilla plagada de figuras son una garantía más que competente, títulos aparte. Antes pasó por el Juventus y por el mejor Parma, que tampoco fueron mala escuela.
Apoyo. Precisamente, su paso por la vecchia signora resulta ahora vital para su incorporación. En la Juventus coincidió con Zidane. Carlo entrenó al francés y desde entonces ambos mantienen una relación tan consistente que ha servido para que Zizou, en su nueva faceta por confirmar, pero ya oficiosa de asesor deportivo de Florentino Pérez, le haya recomendado.
Todos los informes que maneja el futuro candidato sobre el técnico son positivos, tanto en sus gustos futbolísticos como en su forma de manejar un vestuario. Su apuesta táctica es ofensiva. Apuesta por la posesión del balón y por que su equipo lleve siempre la iniciativa del juego. En el Milán ha manejado varios sistemas, y casi siempre ha sido marcado por los jugadores que tenía a su disposición. Su esquema preferido ha sido el 4-3-1-2 y las veces que recurrió al 4-3-2-1 siempre se encontró con la recriminación de Berlusconi, que le exigía jugar como mínimo con dos delanteros y un tercero por detrás.
En el trato diario con el futbolista es cordial, poco conflictivo. Su personalidad y carácter le permiten tener la mano izquierda suficiente como para mirar hacia otro lado en esos momentos delicados que a veces pueden evitar un confrontamiento directo. También fuera del campo su comportamiento es modélico. Huye del protagonismo y ante los medios aparece lo justo y sin estridencias.
Cláusula de Juande. Tampoco ha ignorado Florentino Pérez la situación de Juande y esa cláusula de su contrato que le renovaría un año automáticamente si gana la Liga. Tiene buenos informes del trabajo del actual técnico y si le gana el pulso finalmente al Barcelona le plantearía al menos un problema... aunque Ancelotti ya es el tercer hombre.
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