Japón se consagró como la mayor potencia del béisbol al repetir su título en el Clásico Mundial. Venció el lunes de madrugada a Corea del Sur por 5-3 en la décima entrada disputada en el estadio de los Dodgers de Los Ángeles, seguida en directo por millones de japoneses que salían de sus trabajos para almorzar.
Tokio quedó paralizado cuando sus hombres obtuvieron la victoria gracias a un sencillo de Ichiro Suzuki, el que más golpes ha obtenido en las Grandes Ligas en los últimos años. Ichiro, que juega en Seattle y es considerado una máquina de batear, demostró su habilidad en la décima entrada cuando golpeó una pelota lanzada a más de 100 km/h por el lanzador surcoreano Chan Yong Lim, y aportó dos carreras que dieron la victoria a su equipo. "Nunca olvidaré este golpe y esta final porque tendré el recuerdo para siempre grabado en la memoria", declaró el manager del conjunto vencedor, Tatsunori Hara.
- Spoiler:
as