El Villarreal impuso su lógica y se llevó un triunfo al que llegó a base de trabajo y convencimiento de que era mejor que un Athletic que se conformó con un punto y se fue de vacío. Cazorla abrió el camino con un latigazo tremendo, su octavo gol esta Liga y terminó con la resistencia de los rojiblancos que siguen dormidos en los laureles coperos y se acercan a la zona peligrosa.
Y eso que Caparrós cortocircuitó al Submarino en la primera mitad, presionando bien y anulando a base de físico el juego combinativo de los 'cuatro pequeños' del Villarreal. El Athletic logró desesperarlos pero arriba, los rojiblancos no asustaban, robaban y montaban la contra, pero les faltaba la aparición de Llorente. Eso sí, el colegiado no decretó un penalti por manos de Godín en el 39' que pudo variar el rumbo.
Lo que sí lo varió fueron las ganas con las que el Villarreal salió en la reanudación, sabiendo que era más y que se jugaba afianzarse en la zona Champions. El Athletic captó el mensaje tras dos llegadas de Rossi y Nihat y dio por bueno el punto, retirando a Toquero y dando entrada a otro pivote. No le sirvió de nada a Caparrós que no supo cómo frenar el torrente amarillo, que fructificó en el 68' con un derechazo de Cazorla. El asturiano aprovechó la asistencia de Rossi, que un minuto después sirvió para que Llorente cerrara el choque, pero su sentencia se fue fuera por centímetros.
La duda rojiblanca de cómo ir a buscar la igualada fue aprovechada por los de Pellegrini para seguir martilleando a base de velocidad. El Submarino hizo méritos de sobra para marcar el segundo, tuvo que llegar en el 77', pero Rossi pecó de avaricioso al no regalarle a Llorente el balón. No era la noche anotadora del italiano, al que sólo le faltó eso en una actuación más que notable.
El Athletic seguía sin saber y colgaba balones al área de un seguro Diego López al que sólo inquietó Fernando Llorente en su única media vuelta y latigazo. Muy poco para evitar que el Villarreal lograse su merecida victoria que certificó Matías, que anoche volvió a ser Matigol, convirtiendo El Madrigal en un feudo imposible en el que los amarillos están edificando su retorno a la Champions.
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Fuente:As
