El relevo de poder que se ha producido en la cúpula del Valencia, con el nombramiento de Javier Gómez como nuevo consejero delegado y con mayor responsabilidad que el actual presidente, Vicente Soriano, ha sido seguido con atención por parte de la plantilla blanquinegra. Así, Edu Gaspar reconoció ayer que "nosotros conocemos la situación del club y no podemos pensar que esto va a cambiar de la noche a la mañana, por lo que el vestuario está tranquilo".
Más claro fue el brasileño cuando se le preguntó por lo que puede aportar el nuevo consejero delegado y por la labor que ha desempeñado Vicente Soriano. "De Javier Gómez sólo puedo tener buenas palabras porque siempre se ha portado muy bien con la plantilla. Creo que es una persona muy sensata para estar donde se encuentra ahora mismo. En cuanto a Soriano, siempre nos pasó un mensaje y luego fue el vicepresidente deportivo, Fernando Gómez, el que visitó el vestuario para dejar las cosas más claras en persona. Pero luego los plazos se han ido alargando. No cumplió ninguno de los tres comunicados que hizo llegar a la plantilla sobre los plazos de cobro".
Con el nuevo escenario social en la entidad de Mestalla, los futbolistas empiezan a asumir que el Valencia deberá desprenderse de alguno de sus activos este verano, casos de Villa o Silva. Algo que tampoco preocupa a Edu: "El club ha de tomar las decisiones correctas para salir de la situación en la que estamos. De todas formas, el Valencia no se convertiría en un equipo mediocre si se desprendiera de sus figuras, porque hay equipos sin estrellas que pelean por la Champions y por la UEFA".
Por su parte, Unai Emery quiere aislar a la plantilla de la convulsión social y, por ese motivo, ayer se marchó a comer con todos los futbolistas con el objetivo de hacer piña pensando en la obligación casi absoluta de ganar este domingo al Numancia. Un choque en el que no estará Morientes, por lesión, y para el que Silva es duda.
Fuente:As