Penélope Cruz se alzó, gracias a su papel de mujer desquiciada en Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, con el Óscar a la mejor actriz secundaria, algo nunca logrado por una intérprete española.
El galardón, el primero de la noche, supone por tanto un hito para el cine español y un antes y después para la actriz española, que ya había sido candidata en 2006 por su papel en Volver, de Pedro Almodovar.
Visiblemente nerviosa, Penélope Cruz amenazó con desmayarse al recoger el galardón, y en su breve intervención, tuvo palabras de agradecimiento para los directores que le ofrecieron los primeros papeles, entre ellos Bigas Luna y Fernando Trueba, así como Pedro Almodóvar.
Recordó el sueño que supone para una actriz que en su ciudad, Alcobendas (Madrid), se levantaba hace años para ver de madrugada la ceremonia de los Óscar.
«A todos los que en España están compartiendo este momento conmigo, se lo dedico. A todos los actores de mi país», dijo en español Cruz, que ha hecho historia para el cine español, como el año pasado lo hizo Javier Bardem.
Precisamente Bardem habría sido el encargado de entregárselo en el escenario de no haber sido por sus compromisos profesionales, que le han impedido acudir a Los Ángeles.
Finalmente, se lo dieron cinco actrices, Angelica Houston, Whoopi Goldberg, Tilda Swinton, Goldie Hawn, y Eva Marie Saint.
Cruz competía en su categoría con Amy Adams y Vila Davis, ambas por sus papeles muy reconocidos por la crítica en La duda, así como Taraji P. Henson por El curioso caso de Benjamin Button y Marisa Tomei por El luchador.
El Óscar logrado hoy marca un antes y un después en la carrera de Penélope Cruz, quien en los últimos años ha logrado relanzar su carrera en Hollywood gracias a una selección más cuidadosa de los papeles que los que asumía cuando llegó a la meca del cine.
En los últimos años, Cruz ha realizado interpretaciones memorables gracias a directores como Pedro Almodovar, Sergio Castellito e Isabel Coixet, además de Woody Allen.
En Vicky Cristina Barcelona, Penélope Cruz interpretada a María Elena, una mujer desquiciada y celosa que mantiene una relación tormentosa con su ex marido, el personaje de Javier Bardem.
El papel le ha valido varias nominaciones, entre ellas a un Globo de Oro, y muchos premios, entre ellos el Spirit del cine independiente, que le fue entregado este sábado, y el BAFTA británico.
Con el premio a la mejor actriz secundaria, arrancó la ceremonia de entrega de los Óscar, que se celebra en el Teatro Kodak de Los Ángeles, y que presenta el actor australiano Hugh Jackman.
Este año, los productores han querido dar a la gala un toque especial y más íntimo, con una ambientación más parecida a un club nocturno.