No hubo descanso, ni tregua, pero el escolta Kobe Bryant y ala-pívot español Pau Gasol aceptaron el reto y llegaron al ORACLE Arena para protagonizar un cuerpo a cuerpo con el ataque demoledor de los Warriors de Golden State y darle a Los Ángeles Lakers el triunfo por 121-129.
Bryant, que la noche anterior en el Staples Center se había tomado un respiró para anotar sólo 10 puntos, esta vez volvió a ser la máquina encestadora que el equipo necesitó en los momentos decisivos al conseguir 30 puntos, con nueve asistencias, tres rebotes, tres recuperaciones de balón y dos tapones.
La estrella de los Lakers surgió de nuevo en la recta final del partido para que el equipo viniese de atrás y lograse la decimotercera victoria en los últimos 15 partidos disputados que lo mantienen como el equipo con la mejor marca de la liga (44-10).
Si Bryant reivindicó su condición de líder y verdugo en los momentos finales, Gasol, que la noche anterior había sido el héroe del triunfo ante los Hawks de Atlanta con su primer triple-doble desde que llego a los Lakers y el tercero de profesional, respondió con su vigésimo segundo doble-doble de la temporada.
Gasol fue de nuevo el que más minutos estuvo en el campo al jugar 43 minutos para conseguir 24 puntos, 13 rebotes y cinco asistencias.
"Simplemente, Pau nos ha mantenido en el partido, su energía a ambos lados del campo ha sido decisiva para que luego llegase Bryant y nos lleva a la remontada", comentó Phil Jackson, entrenador de los Lakers.
El jugador catalán fue también el más efectivo en el ataque al anotar 10 de 15 tiros de campo y 4-4 desde la línea de personal, perdió cuatro balones y cometió tres faltas personales.
Con Bryant y Gasol de líderes que no permitieron que la agresividad en el ataque de los Warriors no les superase, contagiaron al resto de los compañeros.
Como el alero Lamar Odom, que sigue súper motivado y desde que es titular por la lesión del pívot Andrew Bynum, está en su mejor momento de juego para aportar 22 puntos con siete rebotes, 13 menos que los 20 que logró la pasada noche ante los Hawks, su mejor marca del año.
El veterano base Derek Fisher se mantuvo en su línea de ser productivo con los triples al conseguir 4 de 7 intentos para 12 puntos, mientras que los reservas Josh Powell, en la primera parte con 16 tantos, y Trevor Ariza en la segunda, que consiguió 17 anotaciones, iban a ser decisivos.
A pesar de llegar al cuarto periodo con una desventaja parcial de 94-92, los Lakers se encontraron con dos triples consecutivos de Ariza para al final darle al equipo angelino una racha de 17-3, que iba a ser demoledora para los Warriors, que intentaron la remontada.
Pero los Warriors se encontraron con la mejor versión de Bryant y Gasol -cada día más compenetrados-, y también se acabaron sus opciones de triunfo.
Los Warriors estuvieron de nuevo a las puertas de un gran triunfo, pero los 24 puntos que anotaron los aleros Stephen Jackson y Corey Maggette no fueron suficientes ante las genialidades del "showtime" de los Lakers, que los traspasaron al ORACLE, de Oakland.
El escolta Jamal Crawford aportó 23 puntos, mientras que el alero Anthony Randolph, a sus 19 años, logró un doble-doble de 14 tantos y 12 rebotes para dejar claro que va camino de ser un gran jugador cuando el entrenador Don Nelson termine de pulirlo.
De momento, los Warriors (19-36) tuvieron que resignarse ante la inspiración y acciones individuales decisivas de los Lakers que los dejaron con la segunda derrota en los seis últimos partidos.
Fuente:As.com