El Real Madrid acudía a la que podía ser su última batalla por la Liga BBVA sin sus mejores soldados y en el peor escenario posible. El Barça le esperaba apuntándole a la yugular con la confianza que da ser líder jugando bien. Hubo quien pronóstico una acción relámpago de los de Guardiola para acabar con la resistencia blanca, pero el Real Madrid se revolvió en su tumba en un ejercicio estéril de coraje. Los blancos aguantaron en pie 83 minutos hasta que entregaron definitivamente la Liga a su eterno rival, que tuvo que emplearse a fondo para derrumbar al enemigo.
Fuente:Marca.com