"Tenemos que disfrutar, pasarlo en grande. Nos apoya una afición maravillosa y sólo hay que soñar con tener tres más debajo a final de temporada". Se cumplen sus deseos.
Es fantástico, pero no olvido lo que pasó en los seis primeros partidos. Ganar la primera vez nos dio confianza. Ahora estamos bien. Somos un equipo alegre, que mira arriba.
¿Cuál es la fórmula para ganar tanto fuera?
La valentía. El equipo tiene ese feeling de que lejos de Gijón está acertado. Ya ganamos mucho fuera en Segunda.
Si se salvan, ¿hará una 'peineta' a los que quisieron cortarle la cabeza en octubre?
No soy nada rencoroso. Esas críticas tan duras nos picaron, motivaron. Se hicieron juicios de valor muy tempranos, con dosis de desprecio. No éramos el ejército de Pancho Villa.
Tiene grandes amigos en Bilbao. Frecuenta un restaurante con vistas a San Mamés. ¿Ha soñado con entrenar al Athletic?
Je, je... Quien diga lo contrario, miente. Sería un sueño entrenar al Athletic. Antes, parecía complicado para un español, pero ahí está Jokin.
Frecuentaba la tribuna de La Catedral. ¿Imagina una Primera sin los leones?
Si no se ha visto en cien años... ¡Ojalá no lo vea nunca! El Athletic es todo un lujo para la Liga.
¿Hará Llorente historia?
Llorente es un magnífico futbolista, pero está en crecimiento. Hay que ir despacio, sólo hace un año le pitaban.
¿Es más importante poner bigotes en el campo o dar con el exterior a la pelota?
Tiene que haber de todo, ni once figuras ni once matados.
Traduzco: ¿Matabuena o Carmelo? ¿Gurpegi o Yeste?
Buenas comparaciones. Se debe pedir pelea a todos. Y luego que el que el tenga talento, como Yeste, lo saque.
Era un defensa apañado, rocoso. ¿Frustra no tener el talento de Setién o Sarabia?
Cada uno debe saber sus limitaciones. Me gusta hablar de equipo. ¿Se acuerdan ahora de Iniesta los que decían que sin él el Barça se caería?
Antes ser capitán era la leche, usted lucía el brazalete con orgullo. ¿Se ha perdido romanticismo en el fútbol?
Se han perdido tantas cosas... Ya ni se va a firmar el acta. Ser capitán era lo máximo. En nuestra época, tomábamos cervezas después de los entrenamientos.
Marcó en 1982 un gol en San Mamés a Zubi. Palmaron 4-1, pero ahí queda.
Es mi único tanto en Primera. Fue precioso, una volea desde fuera del área. Le dije a Dani 'a ver si aprendes a pegarla'... De seguido, marcó él y me comentó 'cállate, chavalín'.
Fuente:As.com