A pesar de su desgana y de una ostensible falta de ritmo, los Lakers de Los Ángeles tumbaron a los Kings de Sacramento (118-108) en un derbi californiano sin brillo y con aroma rutinario, que se decidió cuando los locales pusieron poner una marcha más.
Kobe Bryant destacó con 24 puntos, aunque otros siete compañeros acabaron la noche con dobles dígitos en anotación, como Pau Gasol, que logro 16 puntos y siete rebotes.
Por los Kings los mejores fueron el escolta John Salmons, con 24 tantos, y el base Bobby Brown, con 21 puntos y siete asistencias. Como si el mismo guión se repitiera cada noche en el Staples Center, Bryant arrancó con determinación y acierto, liderando a los suyos en la ofensiva con diez puntos al término del primer cuarto, al que se llegó con 32-27 ante unos Kings sin grandes nombres, pero no exentos de descaro e inteligencia en su juego.
Dos triples de Vladimir Radmanovic y un reparto bien administrado en la anotación local hacían prever desde el comienzo que el duelo iba a ser mucho más plácido de lo que resultó finalmente. La entrada en pista del base rival Brown fue un revulsivo.
El director de juego del conjunto de Reggie Theus colocó a los suyos en ventaja al principio del segundo periodo (32-34). Fue en ese momento cuando los Lakers se dieron cuenta de que habían pecado de exceso de confianza frente a un rival claramente inferior.
Entonces llegaron un par de jugadas de oro, con Gasol corriendo y culminando sendos contraataques, que espolearon a los locales. Habían tardado en carburar, pero Trevor Ariza y Andrew Bynum aportaron la chispa adecuada e hicieron despegar de nuevo a los angelinos (61-50), a pesar del atasco de Bryant, que no vio aro en el segundo cuarto.
Salmons, destacado por los Kings en la primera mitad con 13 puntos, siguió martilleando el aro del equipo de Phil Jackson tras la reanudación, pero Radmanovic, que parece haber recobrado la puntería tras un comienzo de temporada nefasto, y el base Derek Fisher, se encargaron de devolver cada acción que acercaba a Sacramento en el marcador.
Sin embargo, el despertar de Lamar Odom, intenso a ambos lados de la cancha, y un triple de Sasha Vujacic, rompieron el partido (87-71, m.33) y abonó el terreno para una sucesión de jugadas bien hilvanadas que animaron al público.
Más velocidad, más agresividad, más concentración al fin y al cabo. Fue todo lo que necesitaron los Lakers para dejar el partido visto para sentencia a falta de doce minutos por disputar (96-80). No obstante, los angelinos una vez más volvieron a sufrir un bajón en los instantes finales (105-100, m.42, tras parcial de 9-18), pero la reacción de los de Theus se marchitó y permitió a su rival anotarse su undécima victoria de la temporada, la cuarta consecutiva.
Para ello, Jackson tuvo que volver a sacar a Bryant, a Fisher y a Gasol con seis minutos por jugar. Cosas de la relajación, el principal mal que asuela a este equipo.
Fuente: as.com
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bueno y el estandarte del baloncesto nacional sigue haciendo historia ya se a vuelto indispensable pa los lakers y la dubla k ace cn kobe es espectacular...cuando le ves jugar da gusto poder decir y es español....jeje y a ver si gana el anillo ste año