Emilio Sánchez Vicario descubre hoy su equipo para su primera final de Copa Davis, que puede ser la última, al menos en bastante tiempo: Sánchez ha anticipado por activa y por pasiva que renunciará a la capitanía no bien se apure el áspero cáliz de esta Ensaladera. ¿Depende este equipo de Fernando Verdasco?: "Nos entrenamos a tope, hasta el último esfuerzo, hasta que Emilio nos comunique la decisión. La ausencia de Rafa Nadal nos pone más difícil una situación que ya de por sí era dura. Uno tiene que entrar en lugar de Rafa. Psicológicamente, yo cada vez estoy más mentalizado para jugar los tres puntos, como pasó en Suiza".
Verdasco sí aireó esa reflexión que otros alejan: "Nadal es el mejor en los momentos difíciles; por eso es el número uno". Dejémoslo ahí. Durante muchos minutos de una sesión de entrenamiento abierta a los colegiales, Emilio Sánchez activó a una pareja de dobles que se conoce bien: Feliciano López-Díaz Guerra y Marcel Granollers, que formaron dúo en el US Open 2007 y que, a día de hoy, son la pareja de gala del RCT Barcelona.
Doblistas.
Esto querría decir algo en favor de la opción de Verdasco (junto a Ferrer) para individuales, si Sanchez Vicario mantiene la idea de ahorrar desgaste a los eventuales doblistas del sábado y si hace caso a lo dicho por el mismo Del Potro: "En mis condiciones actuales y en esta pista, prefiero a Feliciano antes que a Verdasco; Feliciano saca y volea mejor, pero acorta más los puntos, y Verdasco es más sólido en el juego de fondo". Informado por periodistas argentinos, Sánchez Vicario dijo: "Son pistas de las que tomaremos nota". Veremos las notas.
Los argentinos tienen menos cartas por volver. Nalbandián jugara como número dos albiceleste, pero es referente ideológico. Del Potro irá de "uno", pero con tantas dudas como problemas en las plantas y dedos de los pies. Del Potro va de avatar en avatar: en la tarde del martes, un foco salió ardiendo en su vecindad y le obligó a despejar el campo. Y ayer a mediodía, en plena sesión, Juan Martín se mordió la lengua violentamente, con abundante sangría. Pero las mayores sospechas e incógnitas recaen sobre el dobles: ¿Acasuso-Calleri?
Decía César Luis Menotti: "El juego se nutre del ingenio y el desenfado de esos hijos de los obreros que llenan las canchas". Hablaba del fútbol, juego al que el propio Flaco Menotti llamaba "hijo de la miseria". Pero pega con esta final de la Davis, sin Nadal. Para ganar la clasista Ensaladera habrá que aplicarse con ingenio obrero. O, en Argentina, montonero. Nalbandián conduce un Mitsubishi Lancer. De montonero, poco. Para empezar a ganar esta Davis, aquí, en este juego invidualista, habrá que ser muy solidario. A ver qué saca Emilio Sánchez entre Ferrer, Verdasco y Feliciano.
Fuente:Diario As.com
