El Zenit de San Petersburgo confirmó su reacción con un triunfo merecido contra el Bate Borisov (0-2) en Bielorrusia, donde se metió de nuevo en la pelea por los octavos de final en el grupo H, en el que abandonó la última posición y se situó a dos puntos del Real Madrid, segundo.
No había margen de error para el equipo ruso. Un punto en tres partidos, conseguido en la anterior jornada con un empate ante el mismo rival, habían dejado al actual campeón de la Copa de la UEFA en una situación crítica en la máxima competición continental, en la que la victoria era la única solución para mantener sus opciones.
Un inicio equilibrado, sin apenas ocasiones en las dos porterías, precedió al 0-1, marcado por el internacional ruso Pavel Pogrebnyak, que estrenó su casillero goleador en la presente edición de la ''Champions'' y que situó a su equipo por delante en el marcador por primera vez en la actual fase de grupos del torneo.
Dos acciones ofensivas más, casi inmediatas al primer gol, le ofrecieron la oportunidad de sentenciar el duelo, pero ni el propio Pogrebnyak ni Denisov batieron la portería del Bate Borisov, apenas sin capacidad de respuesta antes del descanso, salvo en una opción ofensiva del central Sergei Sosnovksi.
La reanudación mantuvo el control visitante, pero un contratiempo a falta de veinte minutos, con la expulsión por doble amarilla del defensa Puygreiner, obligó al equipo ruso a replegar sus líneas para aguantar el empate ante un Bate Borisov que arriesgó en el tramo final con la entrada de dos hombres ofensivos por dos zagueros.
No fue suficiente para impedir la victoria del Zenit, que sentenció por medio del portugués Danny en el minuto 94 y que volvió a la lucha por la clasificación a octavos de final, en la que encara las dos jornadas finales fuera de la última posición y con dos puntos de desventaja respecto al Real Madrid, segundo del grupo H, con la visita al Bernabéu todavía pendiente.