Con un baloncesto de gran nivel y sin fisuras, el Regal Barça ha dejado entrever las opciones de éxito de esta temporada. Cuenta con una plantilla compensada y los jugadores han asimilado a la perfección el tipo de juego que quiere su entrenador.
Los azulgrana rozaron la perfección durante muchos minutos. Llegaron a ganar por un máximo de 32 puntos (80-48), pero no lo hicieron ante cualquiera, porque al otro lado estaba el laureado Panathinaikos de Zeljko Obradovic. Desplegó el Barça toda suerte de recursos. Manejó con maestría Xavi Pascual su arsenal y su equipo se gustó desde el principio. No rehuyó el cuerpo a cuerpo en la pintura, a pesar del potencial de Nikola Pekovic, buscó sus opciones desde el perímetro y apretó en defensa.
Los azulgrana sólo cedieron una ventaja al rival (4-5), a partir de entonces, los locales dominaron con comodidad en todas las facetas del juego y con protagonistas diferentes. Por ejemplo, en el primer cuarto, quien sobresalió fue Ersan Ilyasova. El turco ofreció un recital de versatilidad. Anotó y reboteó, bien secundado por Daniel Santiago en la pintura. Entre ambos minaron a Pekovic, que tuvo que ser sentado por Obradovic después de cometer dos rápidas faltas personales.
Con la dirección de Sada, titular hoy en lugar de Lakovic, el Barça corrió y no cometió errores. La ventaja fue, poco a poco, aumentando y se situó en torno a la decena de puntos. Los griegos no encontraban soluciones y el Barça alcanzó una máxima diferencia de 11 puntos (26-15) en los primeros diez minutos. En el segundo cuarto, Pascual le dio preeminencia a sus exteriores y entonces lució Juan Carlos Navarro.
El escolta superó a cuantos rivales le defendieron. Bien secundado por Grimau, el Barça sólo encontró oposición en Pekovic, la única alternativa que tenía Obradovic. Los azulgrana, sin salirse del guión, fueron minando a un rival que no encontraba soluciones a las diferentes alternativas planteadas por el Barça que al descanso ya tenía decidido el partido a su favor (50-33).
Lejos de conformarse con la renta acumulada, el Barça fue a más. Probó con tres hombres pequeños por fuera y brilló especialmente Víctor Sada, que nada tiene que ver con aquel jugador que tuvo que abandonar el club azulgrana en periodo de formación.
Desde la pintura, con Santiago, Vázquez y Andersen; o desde el perímetro con Navarro o Grimau, el Barça siempre encontraba respuestas ante un Panathinaikos que no parecía ver la luz al final del túnel. El Barça sólo bajó los brazos en los últimos 5 minutos y cuando ganaba por 32 de diferencia (80-48). Al final, los de Pascual se impusieron por 24 e igualaron su victoria más abultada de siempre ante Panathinaikos (113-89; temporada 81-82), pero lo más importante es que lo hicieron ante un equipo de referencia en Europa.
Fuente:Diario As.com
