Juan Carlos Ferrero no será invitado al Mutua Madrileña Masters Madrid. Cuesta creerlo. Más allá del ranking que tenga ahora, tuviera en el momento del corte o tendrá mientras su físico y su tenis le mantengan sobre la pista de juego, el valenciano debería que estar presente en todas las ediciones de un torneo que ya ganó en 2004.
España tiene en estos momentos, amén del número uno del mundo, Rafael Nadal, a dos tenistas entre los diez mejores, a cinco entre los veinte primeros, a ocho entre los cincuenta primeros y a dieciséis raquetas colocadas entre las cien mejores. Todo un orgullo para cualquier español amante del deporte en general y del tenis en particular.
Hay tres torneos en nuestro país que destacan por encima del resto -con permiso de challengers, futures y otros eventos fuera del circuito ATP-: el Conde de Godó de Barcelona, el Open de la Comunidad Valenciana y el Masters Series de Madrid. Este último por encima de los otros dos por la catalogación del evento; quizá por ello, es un escaparate mayor a nivel internacional.
Como cualquier torneo que se precie, el Masters de Madrid trabaja y reza para que, cada año, se congreguen en la semana de competición, las mejores raquetas del momento. Cuanto mejores son los tenistas, más caché tiene el torneo, más dinero hay en circulación, más atractivo tiene para el público en general... El único pero es que a veces la gente con corbata se olvida de que el activo mayor de este tipo de torneos son los tenistas. Sí, ni sponsors, ni publicidad ni favores que se hagan o se salden, simplemente, los obreros de la raqueta. Ellos son el reclamo.
Actualmente Ferrero es el sexto mejor español
Juan Carlos Ferrero, curiosamente, es en estos momentos el número 44 del mundo. Cuando se hizo la criba para configurar el listado de tenistas que acudirían a Madrid estaba ‘rankeado’ más abajo debido a una lesión que no le ha permitido estar al 100% esta temporada. Por ello, el valenciano necesitaba de una invitación por parte de la organización para poder acceder al cuadro final del torneo, pero todo indica que esto no va a ocurrir. Tres ‘wild cards’ hay en juego: una es para Carlos Moyá por elección de los internautas de MARCA.com, otra es para el ‘protegido’ Marat Safin –representado de Ion Tiriac- y otra para un italiano, fruto de un pago de favor del propio Tiriac, dueño del evento madrileño, por la invitación a su representado –Safin- en el Masters Series de Roma.
Un ruso, un italiano y un español. Por regla general y de teórica común, los torneos reparten sus invitaciones entre los jugadores locales o entre antiguos ganadores (en este caso los Grand Slam aseguran la presencia de antiguos campeones). Es normal por ello, ver en los torneos que se disputan en Estados Unidos a estadounidenses de ‘segunda fila’ invitados, a los que se disputan en Alemania a alemanes de ‘segundo orden’ invitados... pero en España, parece que no valoramos lo que tenemos. Nos jactamos de elogiar el nivel de nuestro tenis, pero a veces se nos olvida –a algunos, reseño- demostrarlo.
No es la primera vez que ocurre tal situación. Jugadores como Nicolás Almagro en el aspecto individual o Feliciano López y Fernando Verdasco como pareja, se han visto privado con anterioridad para poder participar en Madrid en el cuadro individual o en el de dobles. Pero en el caso de Juan Carlos Ferrero, que me perdonen los anteriores, colma el cielo. Estamos hablando de un ex número uno del mundo al que se le pidió ‘por favor’ que jugara en Madrid cuando ostentaba tal ranking, que tiene a sus espaldas once títulos y que uno de ellos, mira por donde, es el Masters de Madrid que consiguió en el 2004. Yo me pregunto... ¿Qué pasaría si, en vez de Ferrero, los que no acudieran a Madrid fueran Nadal o Federer? También son antiguos campeones.
Fuente:Marca.com