Con este resultado, el plantel barcelonista se medirá al Unicaja Málaga, que también eliminó al Power Electronics Valencia por un rotundo 2-0.
Navarro, con 16 puntos, y Lorbek, 13, fueron los protagonistas en un choque en el que apenas Savané pudo responder en la pintura (6 puntos y 8 rebotes).
La demoledora defensa diseñada por el técnico Xavi Pascual permitió al conjunto visitante tomar la batuta en los compases iniciales del choque, sellando un parcial de 0-7 como arranque.
Por el contrario, el tibio ataque de los amarillos apenas consiguió abrir boquete en la trinchera catalana. La primera canasta isleña llegó de las manos de Carroll.
La polivalencia de Lorbek y el acierto de Navarro estaban erosionando la resistencia local, aunque con el paso de los minutos serían Basile y Lakovic los que acabarían por desesperar a los pupilos de Pedro Martínez desde el perímetro, cerrando el primer cuarto con un contundente 4-18.
Un pequeño repunte de siete puntos del Gran Canaria -por medio de Carroll y Sanders- permitió minimizar la derrama por unos instantes (11-20), hasta que regresaron a la cancha los primeros espadas culés.
Fue entonces cuando volvió a emerger la figura de Lorbek, quien se despachaba a gusto sobre la pintura claretiana (se fue al descanso como máximo anotador con 11 puntos), mientras su rival renunciaba a la zona para apurar todos sus cartuchos en el tiro exterior (19-31).
En la reanudación, Navarro continúo con la sinfonía azulgrana, dejando sus mejores acordes con dos triples consecutivos.
La pizarra de Pedro Martínez comenzó a desprender humo, primero con variantes zonales (3-2 como referencia) y luego con defensas sorpresivas como el emparejamiento de Savané sobre Rubio o Lakovic.
Aún así, la diferencia continuaba por encima de los diez puntos (29-43 a tres minutos para el inicio del último periodo), por lo que el preparador local apuró un nuevo tiempo muerto para redoblar esfuerzos en vanguardia.
Pero no hubo nada que hacer. Un nuevo tiro de Navarro desde la línea de 6,25 y otro de Morris forjaron la máxima diferencia del choque (29-49) con apenas diez minutos de margen para ver un posible órdago amarillo.
En el cuarto definitivo continuaron las rotaciones en el plantel barcelonista, disfrutando de sus primeros minutos Sada y Trias, circunstancia que no impidió que la distancia se mantuviera, ahora rondando los veinte puntos (36-56).
La posterior dureza defensiva exhibida en ambas zonas hizo que el ambiente se calentara de cara a la afición isleña, pero sólo Fisher consiguió pescar en río revuelto.
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