En 2010, el diskette todavía se utiliza en una amplia gama de aplicaciones y es especialmente fácil de usar para almacenar pequeñas cantidades de datos.
Casi 30 años después del lanzamiento de los diskettes de 3,5" en 1981, el uso de éstos como soportes de almacenamiento continúa “muy extendido", a pesar de la aparición de potentes rivales como los CDs o las memorias USB.
De acuerdo con las propias cifras de Verbatim, las ventas totales en 2009 en Europa han sido de 50 millones de unidades de diskettes. La demanda ha sido especialmente alta en los países del este y las ex repúblicas soviéticas.
El parque de ordenadores con grabador de diskette es todavía lo bastante grande para que los diskettes se sigan utilizando tanto en la esfera profesional como en la doméstica, incluyendo organismos de la administración pública e industria. Por tanto, la demanda permanece constante.
No obstante, no es una sorpresa que este sea un segmento de mercado en proceso de contracción y que el número de proveedores de este producto esté disminuyendo. De todas formas la compañía continuará suministrando diskettes a nivel mundial ya que para Verbatim “el diskette sigue vivo".