Frank Gibeau, presidente de la división EA Games, de Electronic Arts, ha acusado directamente al gobierno australiano de censura por la política de no incluir un sistema de clasificación por edades para juegos recomendados para mayores de edad (el sistema australiano sólo llega hasta los 15 años, pero sólo en videojuegos; otras industrias sí cuentan con un sistema de clasificación completo).
La crítica al gobierno australiano llega, sin embargo, semanas después de que el principal impedimento al cambio legislativo necesario haya abandonado su puesto, y su sucesor sea receptivo.
Gibeau considera que "las políticas gubernamentales que no permiten la clasificación de contenido para adultos en videojuegos censura de manera efectiva las opciones de entretenimiento de los adultos."
"Estas políticas muestran un escaso entendimiento de la audiencia actual de los vidoejuegos. La legislación existente en Australia que limita la clasificación de juegos por edades hasta los dieciséis" -en realidad, hasta los quince- "demuestra la distancia entre las políticas y la realidad de la industria del videojuego y la gente que juega con títulos interactivos en la Australia actual."
Más allá del alegato a la libertad de elección en su ocio para los adultos, Gibeau también señala que este sistema de clasificación por edades frena el progreso económico de la industria en el país.