Álvaro Bautista no supo o no pudo aprovechar su oportunidad y claudicó en la última vuelta del Gran Premio de Australia de 250 c.c. frente al italiano Marco Simoncelli, quien aumentó así su ventaja al frente de la clasificación provisional del mundial. El piloto español tuvo una oportunidad de oro en la última vuelta de superar a su rivali cuando éste entró algo colado en una curva y pudo ganarle la trayectoria buena, pero el piloto transalpino no entregó en ningún momento la victoria y volvió a recuperar el espacio, como ya hubiese hecho varias veces durante la carrera, sin demasiados miramientos y sin opción ya de volver a intentarlo.
Aun con todo, la lucha que protagonizaron Marco Simoncelli y Álvaro Bautista a lo largo de las veinticinco vueltas que duró la carrera fue digna de los mejores elogios, con enfrentamientos de poder a poder que generaron una constante alternancia al frente de la clasificación provisional, si bien esta nueva victoria, la quinta de la temporada, podría permitirle proclamarse campeón dentro de dos fines de semana en Sepang (Malasia).
Autor del mejor tiempo de entrenamientos, en la salida Marco Simoncelli se dejó sorprender por el japonés Hiroshi Aoyama, quien no pudo aguantar mucho al frente de la carrera, ya que al cumplirse el primer giro Álvaro Bautista ya era quien marcaba la pauta a seguir y, un giro después, en el segundo, ya había batido el récord del circuito, que desde 2004 tenía el argentino Sebastián Porto.
Ritmo alto de carrera
El ritmo de carrera fue muy alto, la selección se hizo muy rápido, como por otra parte cabía esperar, y dados los altos intereses de quienes en esos momentos comandaban al grupo de cabeza, Bautista y Simoncelli, que en dos vueltas dejaron 'tirados' al resto de rivales por detrás.
Ese ritmo en las vueltas iniciales propició que tras el dúo de cabeza se formase un nutrido grupo con el finlandés Mika Kallio, los japoneses Hiroshi Aoyama y Yuki Takahashi, y los españoles Julián Simón, Héctor Faubel y Aleix Espargaró. El primero en caer, literalmente, de ese sexteto fue Héctor Faubel, quien se fue por los suelos cuando era quinto.
La lucha en la que se enfrascaron Bautista y Simoncelli hizo que se ralentizara su ritmo y quienes por detrás rodaban en fila india acabaron alcanzándoles, caso de Mika Kallio y Julián Simón. Tras unos giros de constante pelea entre todos ellos, llegó el momento de clarificar la situación y a ritmo de vuelta rápida en varias ocasiones -Bautista protagonizó siete a lo largo de la carrera-, ambos favoritos al título se marcharon nuevamente para no verse sorprendidos ya en ningún momento.
La lucha entre ambos resultó espectacular, pero en el último giro Álvaro Bautista no supo tener la 'pizca' de agresividad que habitualmente demuestra su rival y Simoncelli acabó adjudicándose la victoria. La tercera plaza también fue una enconada lucha entre dos de los pilotos del fabricante austríaco de motos KTM, Kallio y Simón, pero el finlandés supo imponer su veteranía y por apenas 28 milésimas de segundo doblegó al español.
Quinta plaza para Alex Debón
Tras ellos, un mermado Alex Debón, al que el fuerte golpe que se propinó en los entrenamientos le pasó una factura muy alta, supo crecerse en el tramo final para doblegar a todos sus rivales de grupo y lograr la quinta plaza, por delante del italiano Roberto Locatelli y de Yuki Takahashi, mientras que Hiroshi Aoyama, que iba con ellos, tuvo que retirarse por problemas mecánicos en el decimosexto giro.
Aoyama exteriorizó su frustración entrando en su taller con un gran disgusto y golpeando uno de los paneles de publicidad del mismo, que acabó por los suelos.
Aleix Espargaró luchó con los integrantes de éste último grupo por una buena clasificación y al final consiguió la octava posición, con Daniel Arcas fuera de los puntos en decimosexta posición, en tanto que Manuel Hernández, con problemas mecánicos, tuvo que retirarse antes de llegar al ecuador de la prueba.
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