Jonathan Schwartz, ex presidente de Sun Microsystems revela detalles de sus años al mando de la empresa. En su blog, titulado "Lo que no pude decir", menciona que Apple y Microsoft habrían intentado intimidarle en temas de patentes y propiedad intelectual.
En su blog "What I Couldn´t Say" Schwartz publica un post titulado Good Artists Copy, Great Artists Steal (Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban), donde revela que en 2003 Steve Jobs lo habría llamado para decirle que los efectos gráficos de un prototipo de Linux que Sun desarrollaba en ese entonces con el nombre Proyecto Looking Glass, "pisoteaban toda la propiedad intelectual de Apple" y que si Sun comercializaba el proyecto, "te demandaré".
Schwartz habría respondido recordando a Jobs diversas tecnologías copiadas por Apple sin contar con derecho alguno de propiedad intelectual. "Steve se quedó callado", recuerda Schwartz, agregando que Sun abandonó finalmente el proyecto Looking Glass, "aunque no debido a las amenazas de Jobs".
Luego recuerda que tiempo después Steve Ballmer y Bill Gates visitaron a Scott McNealy, entonces presidente de Sun (y a quién Schwartz sucedió en el cargo) con el fin de dialogar sobre Open Office y supuestas violaciones a patentes propiedad de Microsoft.
Schwartz, que participó en la reunión a petición de McNealy, recuerda que Bill Gates habría dicho "Microsoft es dueña del mercado de productividad ofimática", agregando que Open Office infringía varias de sus patentes. Indica que durante la reunión Gates presentó "una variante más sofisticada de las amenazas de Jobs", pero que la intención era cobrarles licencias por cada descarga de Open Office. El solo planteamiento resultaba oxímoron para Schwartz; "¿pagar royalties por un software de distribución gratuita?"
Sin embargo, dice haber estado preparado para la reunión. Entonces, recordaron a Gates y Ballmer que .NET estaba inspirado en Java y que "pisoteaba un gran número de patentes propiedad de Sun", preguntándoles luego cuanto les pagarían por royalties en cada versión vendida de Windows. "Fue una reunión muy breve", concluye Schwartz.
También recuerda que las cosas no siempre se dieron con la misma facilidad. En una oportunidad, Sun fue demandada por uno de sus propios clientes, Eastman Kodak, que había adquirido una patente de una empresa antigua de nombre Wang. En el fallo resultante, un juez dictaminó que Sun debería pagar una indemnización de 100 millones de dólares a Kodak.