Un dentista dejó un pequeño taladro de acero en el interior de la boca de una paciente y ésta lo llevó incrustado durante casi un año, según una demanda.
La demanda dice que el dentista de Donna Delgao dejó la herramienta de una pulgada de tamaño en una herida tras una operación realizada en 2008. La herramienta se quedó en su seno maxilar derecho . Fue sacado 11 meses después por otro dentista.
La demanda asegura que Delgao sufrió hemorragias por la nariz, sinusitis y mareos. Su abogado también dice que podría sufrir efectos secundarios, como envenenamiento por níquel.
La demanda exige compensación por daños.