El Barça golea al Madrid en la comunidad malí en Angola

En Rúa 15, el barrio de la comunidad malí en Luanda, Camara es el único merengue, el resto son culés declarados o sevillistas. Es la hora del té. Hace un calor de mil demonios y las teteras crepitan en los infernillos de la acera donde los comerciantes musulmanes parlotean y comentan las anécdotas del día mientras aguardan a los clientes. Hay mucho que discutir en un barrio musulmán rodeado de cristianos, evangélicos y católicos por todas partes, sobre todo estos días gracias a la presencia de Diarra, Kanouté, Keita y Sissoko y compañía.

Encima, Rúa 15 no dista demasiado del hotel Alvalade sede de la selección de Mali, de modo que desde ahí salen periódicamente partidas de malís en busca de conversación y una foto con sus ídolos. Curiosamente, tras el empate que enrabietó a los angoleños hasta el punto de arremeter contra sus símbolos nacionales, a ninguno de los exaltados se le ocurrió pasarle factura a los mil seguidores malís presentes en el estadio 11 de noviembre. "No tuvimos el más mínimo problema. Ni en el campo, ni en la vuelta a casa, entre otras cosas porque la Policía nos escoltó" afirma el jefe Diakité Samba Hamed. Todo eso, a pesar de que la Policía angoleña sospecha que algunos malís han acaparado entradas que han desembocado en la reventa, extremo que niega rotundamente el honorable y barbudo Diakité.

El jefe invita a té y, a continuación, nos presenta a los seguidores de la religión del Barça y defensores de su profeta: Guardiola, "el mejor entrenador del mundo para el mejor equipo del mundo". Todo, en un ambiente distendido con bromas que se convierten en auténtico cachondeo cuando irrumpe en escena el bueno de Camara, el único seguidor del Real Madrid en Rúa 15.

Spoiler:

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