La mayoría de la gente nunca estará expuesta a fotografías de niños que están siendo abusados sexualmente por depredadores, pero las imágenes de esos abusos se pueden encontrar en los oscuros rincones del mundo en línea, donde las redes de violadores de niños y de consumidores de pornografía infantil producen y distribuyen fotografías de niños victimizados.
El pasado 15 de diciembre Microsoft donó una nueva tecnología al Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC) Estados Unidos, que tiene el potencial de marcar una diferencia drástica en la lucha contra la distribución de pornografía infantil por el Internet.
Christian Linacre, Gerente de Seguridad y Privacidad para Microsoft Latinoamérica, explica que los proveedores de servicios en línea están obligados por ley a reportar dichas imágenes cuando las encuentran. “Pero sólo algunos proveedores las buscan activamente en sus servicios en parte debido a los retos tecnológicos que representa identificar dichas imágenes de forma confiable de entre los millones de fotografías que se comparten cada día, y debido a que las fotografías se vuelven difíciles de identificar cuando se alteran incluso de la manera más sencilla".
Para resolver este problema, Microsoft Research creó una tecnología llamada PhotoDNA que permite calcular la firma digital única. “PhotoDNA permite calcular el “ADN", por así decirlo, de cualquier imagen y después hacer coincidir dicha firma con la de otras fotografías", explica Linacre. “La técnica de “hashing robusto" de PhotoDNA es diferente a otras tecnologías hashing comunes ya que no requiere que las características de la imagen sean totalmente idénticas para encontrar imágenes que coincidan, permitiendo ser identificadas incluso cuando las fotografías han cambiado de tamaño o han sido alteradas".
La tecnología PhotoDNA, fue creada en un principio por Microsoft Research y más tarde perfeccionada por Hany Farid, experto en imágenes digitales y profesor de ciencias de la computación en Dartmouth College, para ayudar al NCMEC en sus esfuerzos de encontrar copias ocultas de las peores imágenes de explotación sexual infantil conocidas hasta la fecha.
Ernie Allen, presidente y CEO del NCMEC, afirma que el problema de la pornografía infantil había quedado resuelto a finales de los años 80, ya que el Tribunal Superior de E.U.A. declaró que no se trataba de libertad de expresión, sino que constituía abuso infantil. Las autoridades ya habían desarticulado su distribución e importación. Pero entonces llegó el Internet.
“Hace 20 años pensábamos que este problema había desaparecido", dice Allen. “Aunque maravilloso y poderoso, el Internet ha creado una oportunidad para que las personas se relacionen con otras que comparten sus mismos intereses y accedan, en la privacidad de sus hogares, a contenido que antes representaba un riesgo salir a las calles a comprar".
En la actualidad, comenta Allen, el problema se está agravando. Desde el 2003, el NCMEC ha revisado y analizados unos 30 millones de imágenes y videos de pornografía infantil. Dichas fotografías de abuso sexual se confiscan de pedófilos que venden las imágenes ilegales y forman comunidades que refuerzan su interés común en los niños.
Allen afirma que la línea cibernética de denuncias del NCMEC ha atendido 750,000 informes de explotación sexual infantil y pornografía infantil recibidos del público y de proveedores de servicios de Internet. “Revisamos 250,000 imágenes a la semana", dice Allen. “Eso significa que se trata de un problema masivo".
NCMEC ha trabajado con las autoridades para identificar muchas de las peores imágenes de abuso y explotación sexual infantil. Conforme pasan de pedófilo en pedófilo, muchas de esas imágenes surgen en repetidas ocasiones durante las investigaciones de pornografía infantil. “Nuestro objetivo es detener la victimización", comenta Allen. “Con PhotoDNA podremos comparar esas imágenes y trabajar con los proveedores de servicios de Internet de todo el país para detener la redistribución de las fotografías".