Aire acondicionado, karaoke, cocina, baño privado e incluso tratamientos de belleza facial son algunos de los lujos que ofrecen las sórdidas cárceles de Indonesia a sus presos más ricos a cambio de jugosos sobornos para los funcionarios.
Indonesia lucha contra la mafia de funcionarios La recién destapada red de favores y corruptelas en la que los reos más acaudalados del país -condenados en su mayoría por delitos económicos- han entrampado a guardas y alcaides copa esta semana los arranques de los telediarios y las portadas de los periódicos.
El Gobierno, que ha prometido una lucha sin cuartel contra la "mafia judicial", ha quedado en entredicho de nuevo por la generalizada connivencia de los funcionarios y la utilización de dobles estándares en muchas penitenciarías basados en el poder adquisitivo del prisionero.
Tratamientos de belleza
"Tenemos que evitar que se levanten pequeños reinos en las cárceles", aseguró el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Patrialis Akbar. "Muchos de estos funcionarios han trabajado en la misma prisión durante cinco o incluso diez años. Tenemos que cambiarlos (de centro penitenciario)", apuntó el titular.
Tenemos que evitar que se levanten pequeños reinos en las cárceles El escándalo se destapó el fin de semana, cuando un grupo de trabajo gubernamental encargado de bosquejar la estrategia de la lucha contra la corrupción efectuó una inspección sorpresa a la empresaria Artalyta Suryani, encarcelada desde 2008 por sobornar a un fiscal.
Los miembros del equipo, siguiendo una filtración, acudieron a la prisión de mujeres de Pondok Bambu, en Yakarta, y sorprendieron a la adinerada presidiaria durante un tratamiento láser de belleza facial en su propia celda, un espacio de 64 metros cuadrados con aspecto de apartamento, aire acondicionado, karaoke, televisión de pantalla plana, frigorífico y cama de matrimonio.
Ira en el pueblo indonesio
La difusión de la noticia ha levantado las iras entre el pueblo indonesio, donde unos cien millones de personas, el 40% de la población, vive con menos de dos dólares al día y sus viviendas carecen de todas esas comodidades.
Pagan hasta 150 euros almes por aire acondicionado En un rápido movimiento para contener daños, el Gobierno cesó a Sarju Wibowo, el alcaide de Pondok Bambu, y estableció rotaciones periódicas entre los funcionarios de servicio penitenciario al entender que esos favoritismos son habituales.
En este sentido, la televisión MetroTV reveló que muchos prisioneros sobornan a los guardas a cambio de favores, desde pequeñas cantidades por pasar por alto detalles hasta más de 215 dólares (150 euros) al mes por un aparato de aire acondicionado en la celda.
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Joder... que lujo.......