El jugador que ostenta el mejor porcentaje de tiros libres anotados en una temporada en la ACB jugará lo que resta de temporada por un sueldo inferior a lo que gana en Estados Unidos un 'jefecillo' en un supermercado. Eso es lo que ha elegido Blake Ahearn, uno de los fichajes estrellas del Estudiantes que abandonó el equipo en diciembre por motivos personales.
El Bombillo', como era conocido por la afición colegial, ya tiene nuevo destino. Jugará en los Bakersfield Jam, un equipo de la D-League (liga satélite para el desarrollo de jugadores de la NBA), que ayer se hizo con sus derechos. Y lo hará por un montante económico que estará entre los 12.500 y los 26.000 dólares anuales.
En Estados Unidos, el salario medio para un responsable de un supermercado es de 33.392 dólares, una cifra superior a la que ganan los jugadores de esta liga, que además tienen que soportar largos viajes en autobús y estancias en hoteles mediocres. ¿La parte positiva? Estar cerca de su familia y mantenerse cerca de los ojeadores de la NBA, que de vez en cuando pescan algún jugador de la D-League.
Blake Ahearn dejó el Estu por razones personales. No era feliz en España y prefirió regresar a Estados Unidos. Nunca había militado en ningún equipo fuera de esas fronteras y el escolta decidió seguir con su carrera en su país, cerca de los suyos. En la ACB no estaba ni mucho menos entre los foráneos mejor pagados, pero sí ganaba más de lo que percibirá en su nueva etapa. Aunque, visto lo visto, el bueno de Blake ha antepuesto su bienestar personal a las condiciones económicas.
El año pasado, Ahearn ya estuvo en la D-League y ya sabe lo que se va a encontrar. En su primer año en esa liga ganó 12.500 dólares, una cantidad ciertamente irrisoria, pero se ganó la posibilidad de jugar en la NBA con los Spurs y los Heat.
De hace poco más de nueve meses, cuando jugaba en los Dakota Wizards, son estas declaraciones en las que dejaba claro lo duro que era para un jugador profesional poder mantenerse con esas cantidades. "Tengo suerte de no tener una familia ni hijos que mantener, pero para algunos de los que juegan aquí, es muy duro. Ojalá dentro de unos años pueda mirar atrás y reirme de todo esto, ya veremos".
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