El año comenzó convulso en Italia. El Inter de Mourinho venció a su manera, sin lujos, con dos penaltis rigurosos no pitados en contra, pero con la solidez que le caracteriza. El protagonista fue Balotelli. El joven delantero de ascendencia ghanesa marcó el gol del triunfo en una jugada en la que el balón atravesó la línea antes de que lo empujara el debutante Pandev. El fabuloso y milimétrico pase con el exterior había sido de Sneijder.
No fue el tanto, sin embargo, lo que llevó a Balotelli a ser el centro de atención, sino los gritos racistas que recibió desde la grada una vez más. Este episodio se repite con frecuencia en los campos de Italia en los que juega el interista e incluso alguno, como el de la Juventus, ya fue clausurado por este mismo motivo. El Marcantonio Bentegodi, el estadio de la ciudad de Verona, es uno de los más reincidentes y así lo expresó el futbolista nada más concluir el choque de ayer: "Sólo diré una cosa. Siempre que vengo a Verona me tratan igual. Es algo inaceptable".
Reacciones.
Estas palabras del internacional italiano Sub-21 englobando a toda una ciudad por el comportamiento de unos pocos enfadaron al alcalde veronés, Flavio Tosi: "Es un niño inmaduro y presuntuoso. No será nunca un campeón. Los campeones siempre son humildes y bien educados. La afición de Verona es de las más respetuosas de Italia". También Mourinho le reprendió. "Debe medir lo que dice, pero es de sangre caliente. Verona es una ciudad con una gran deportividad", resaltó el técnico portugués, que confirmó que Vieira se marcha.
Un petardo rozó a Pizarro y Luca Toni se estrenó
Nada más comenzar el segundo tiempo, el Cagliari-Roma se tuvo que retrasar unos minutos por el lanzamiento desde la grada de un petardo que cayó muy cerca de Pizarro. Afortunadamente, la cosa no pasó a mayores. En este partido, Luca Toni se estrenó como romanista entrando en los últimos minutos. La otra noticia del día fue el debut de Floccari con el Lazio. El ex del Genoa hizo dos goles.