primera cadena pública que solicita semejante medida. Parece inevitable relacionar este hecho con la polémica entre ‘El intermedio’ y Herman Tertsch.
Desde ‘El intermedio’ usan las palabras de censura y ataque al derecho a la información para criticar la medida, pero lo cierto es que esta tensión sólo podía resolverse de esta manera. Desde Telemadrid argumentan que los ataques que les hacen desde laSexta causan un daño moral a sus presentadores. En ambos casos me parecen palabras muy grandilocuentes para explicar algo mucho más sencillo: la discrepancia ideológica que se pone en juego en el tablero de la tele. Es algo parecido a lo que les pasó a los de ‘Sé lo que hicisteis…’, aunque añadiendo el tema de la política.
Podríamos debatir acerca de si una prohibición es una respuesta mesurada ante el humor pero no creo que se trate de eso. Ojalá fuera tan sencillo. Me da la impresión de que todos estos enfrentamientos se están saliendo de madre y de se dan respuestas fuera de la televisión a conflictos que sólo deberían de resolverse en ella. ¿Lo que hace ‘El intermedio’ es muy grave? ¿O la gravedad se la dan los demás con sus acciones?
Entiendo que para Telemadrid pueda no ser plato de gusto verse cuestionada a diario en una cadena nacional, pero la prohibición sólo ensalza sus defectos en lugar de defender sus valores, si los tiene. A los de ‘El intermedio’ les invito a que vean Canal 9, la autonómica valenciana, si quieren seguir haciendo chistes de lo mismo, que aquí también hay mucha tela que cortar.
- Spoiler:
Vayatele