La premier league en bancarrota.

La Premier League pasa por ser la competición futbolística más atractiva del mundo, la que siempre llena sus estadios y la que más atención despierta en el emergente mercado asiático. Incluso en los últimos años ha despertado el interés de algunos de los mayores hombres de negocios del mundo y ahí están desde Roman Abramovich hasta Malcolm Glazer pasando por el inefable dúo que forman aún George Gillett y Tom Hicks al frente del Liverpool.

Pero al mismo tiempo que la Premier está considerada como un gran negocio, del que tampoco son ajenas las plataformas digitales de televisión ni las casas de apuestas on-line, sus clubs están cada vez más endeudados. Los veinte clubs de la máxima categoría del fútbol inglés acumulan una deuda global de 2.800 millones de libras (3.400 millones de euros), según publicó ayer el semanario ‘News of the World’. Este medio informaba que el pasivo de los clubs había aumentado paulatinamente en los últimos años al mismo ritmo que las fichas de los futbolistas se han ido incrementando.

La ficha media de los jugadores de la Premier se sitúa en torno al millón de libras anuales, una cantidad que contrasta notablemente con las 676.000 libras que percibían en 2006 o las 75.000 de la temporada 1992-93, en la que se creó la competición. Esta temporada los veinte clubs pagan en torno a los mil millones de libras en concepto de salarios a sus jugadores.

Esta situación de inestabilidad se traduce en el hecho de que ocho franquicias puedan cambiar de manos próximamente. ‘News of the World’ considera que Arsenal, Birmingham, Blackburn Rovers, Everton, Hull City, Liverpool, Portsmouth y West Ham afrontan un futuro incierto.

A cambio del prestigio de poseer un equipo de la Premier, los inversores extranjeros se sienten atraídos en la compra de clubs. Sin embargo, deben hacerse cargo de las deudas, que en algunos casos alcanzan cifras astronómicas. El Manchester United es el líder de este dudoso ranking con un pasivo de 700 millones de libras y el pago de otros 60 millones en concepto de intereses.

El Arsenal forma parte del grupo de clubs que se oponen a la entrada de capital extranjero, pero podría convertirse en la enésima entidad que cae a manos de un multimillonario si el estadounidense Stan Kroenke aumenta su oferta y asume la deuda de 332 millones de libras.

La realidad, no obstante, no es toda color de rosa. Hasta el mismísimo Roman Abramovich podría abandonar el Chelsea, el club que adquirió en 2003 por 166 millones de euros, según anunció el presidente del club, Bruce Buck.