Balonmano: El Ciudad Real salda sus cuentas con el Arrate.

El Ciudad Real se impuso en Eibar al Arrate por 24-37, una victoria que sirve para cobrarse las cuentas pendientes con el equipo vasco, ya que precisamente en su cancha fue donde hace un año cedió su última derrota de la Liga Asobal.

El conjunto local aguantó el primer tramo del partido, con intercambio de goles y rápidas transiciones en ataque, de la mano del húngaro Rédei, su mejor argumento ofensivo.

Sin embargo, con el paso de los minutos la notable diferencia en peso y centímetros a favor del coloso manchego comenzó a imponerse en el juego y minimizó el poder realizador del anfitrión.

Así, del minuto 17 al 26 el Arrate fue incapaz de anotar, enredado en la tela de araña plantada ante Sterbik por Talant Dujshebaev, y del 8-11 se pasó al 8-17, un parcial de 0-6 que habría de ser determinante, con goles de Aguinagalde, Kallman (3) y Abalo (2), todos los del sueco y del francés al contraataque.

Al descanso se llegó con 11-18 en el marcador y en los primeros compases de la reanudación el Arrate quemó sus naves, con un esfuerzo añadido que le permitió acercarse a seis goles en dos ocasiones, 15-20 y 16-21.

Los manchegos abrieron brecha
Pero las diferencias entre guipuzcoanos y manchegos son tan grandes que de nuevo bastó al visitante ajustar su defensa en torno a Hombrados para echar el cierre a su marco y abrir una brecha ya inagotable.

Un parcial de 3-14, con seis goles del argentino Gull durante esos minutos, permitió al Ciudad Real dispararse en el marcador hasta el 19-35.

A pesar de la amplia ventaja del campeón vigente, que al final fue de 13 goles (24-37), el Arrate nunca bajó los brazos, empujado por su afición, en un partido al que tampoco le faltaron momentos broncos dentro y fuera de la pista.