Motociclismo: Jarvis "Tenemos un problema de lujo en Yamaha"

El box del equipo Fiat Yamaha vivió la cara y la cruz de las carreras a un mismo tiempo en Estoril a la conclusión de la carrera de MotoGP del pasado domingo. En el margen izquierdo, el de Jorge Lorenzo, todo era alegría tras la contundente victoria de su piloto, la cuarta del año y la que le acercaba a 18 puntos del liderato, cuando hace sólo tres carreras estaba a cincuenta. Al lado derecho, desolación absoluta y preocupación, porque el cuarto puesto de Valentino Rossi traía el añadido de haber terminado a 23 segundos de su compañero, por un mal trabajo hecho durante el fin de semana en la puesta a punto, a pesar de haber intentado incluso calcar los reglajes del joven piloto español.

"Tanta diferencia le puede dejar pensativo a Valentino, porque él no está acostumbrado a estas cosas", decía con orgullo a pie de podio Ramón Forcada, el técnico del mallorquín. Allí también se encontraba Lin Jarvis, máximo responsable de Yamaha Racing, dividido entre el disgusto de Valentino y el subidón de Jorge.

El inglés es el principal culpable de que ambos pilotos compartan escudería, lo que le trajo en Estoril otro título de equipos y le dejó con el de constructores prácticamente sentenciado. Dos grandes éxitos para la marca de los diapasones. Sólo unas sanciones en forma de pérdida de puntos por emplear más motores de los permitidos de aquí a final de año le quitará ya a Yamaha el título de marcas.

Jarvis sabe mejor que nadie la que se avecina en las tres finales que quedan, porque la tensión vuelve a ser máxima por mucho que exista un box entre ambas áreas de trabajo: "El campeonato vuelve a estar abierto así que en Yamaha tenemos un problema, pero un problema de lujo. ¿Que si el reparto de posibilidades está en 70 ó 60 por ciento para Rossi y el resto para Lorenzo? Está más igualado que eso, mucho más igualado después de este resultado".

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