El Sevilla pone a prueba el bipartidismo. Kaká hereda galones.
El Sevilla amenaza el bipartidismo. No hay otro equipo en España (excluidas las fuerzas dominantes) que se encuentre tan respaldado por las sensaciones y los resultados: seis victorias consecutivas (cuatro en Liga y dos en Champions), ocho tantos en los dos últimos partidos y sin goles recibidos en los tres más recientes. Y además juega en casa, donde no pierde un partido desde el pasado 26 de abril, cuando cayó, precisamente, contra el Real Madrid, 2-4, con tres tantos de Raúl.
El menú ya está servido. El equipo que asombra a Europa (1-4 en Glasgow) contra el equipo que, junto al Barça, admira el mundo: siete victorias en siete encuentros oficiales (récord continental), más de tres goles por partido en Liga (3,2), imbatido en este torneo desde hace 404 minutos.
Ni siquiera la ausencia de Cristiano (nueve goles, cinco en Liga y cuatro en Champions) resta atractivo. El portugués se probó durante la mañana de ayer y el ligamento del tobillo derecho, aún maltrecho, le recomendó paciencia.
Así las cosas, Raúl, que se entrenó a las pocas horas de llegar de Copenhague (sólo faltó a la sesión del viernes), formará de inicio junto a Benzema y Kaká. Sin Cristiano, será el brasileño quien herede la responsabilidad de resolver e imaginar, de aportar la diferencia y el ingenio. Para ello, y en previsión de un pressing sofocante, sería bueno que Kaká abandonara la banda, se retrasara unos metros y colaborara en la creación de un juego que deberá ser al toque.
Bajas.
Más atrás se concentran las dudas. Lesionados Gago y Lass, las opciones pasan por alinear a Guti y Granero o contar con Guti y Diarra, que disputó su último partido como titular el 8 de noviembre de 2008, antes de ser operado en la rodilla derecha. Pellegrini, que ensayó ayer con equipos ofensivos y defensivos, incluyó a Mahamadou entre los defensores titulares.
En el Sevilla todo indica que se cumplirán las rotaciones y Negredo ocupará el lugar de Kanouté, que jugó en Bilbao y Glasgow. El técnico, valeroso, prima los descansos sobre los antecedentes: siete goles del malí en nueve partidos contra el Madrid. La inclusión de Negredo aporta, no obstante, un factor incontrolable, ya que une la motivación natural con el desquite, el efecto ex.
Lo demás es conocido. Un equipo con un extraordinario despliegue por las bandas y un delantero, Luis Fabiano, arrebatado por las musas.
Valdano, que ayer estuvo en Las Palmas con el equipo de baloncesto, se reencuentra hoy con el estadio y el árbitro que le hicieron perder su proverbial flema británica. Sucedió hace seis temporadas. Zidane fue expulsado y el entonces director deportivo bajó al vestuario de Iturralde a reclamar (educadamente, se supone). Suerte que los años lo curan todo. Y hoy Valdano cumple 54.
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