Árbitros bajo sospecha.

El Barça soportó a lo largo de la pasada temporada la campaña del ‘villarato’, el supuesto control de la entidad blaugrana del estamento arbitral a través de Angel María Villar, presidente de la Federación Española. Fue arma de ataque y defensa del entorno madridista para justificar las distancias entre el equipo de Josep Guardiola y el de Juande Ramos. El incontestable 2-6 del Santiago Bernabéu neutralizó la campaña y el triplete lo enterró. ¿O no?

La polémica vuelve a agitarse tras los graves errores de Carlos Delgado Ferreiro en el reciente Málaga-Barça. Después de que se criticara al Racing por no haberse empleado con más contundencia frente al Barça, el colegiado vasco permitió que el Málaga se aplicara con métodos poco deportivos, en especial el brasileño Weligton que agredió a Messi y Piqué y quedó impune. El segundo de Josep Guardiola, Tito Vilanova, fue expulsado y castigado con dos partidos de sanción por quejarse de esta violencia gratuita.

¿Un mal día? Sin duda, pues el propio responsable del estamento arbitral, Vitoriano Sánchez Arminio, admitió que Delgado Ferreiro debe pasarse un periodo ‘en el banquillo’. En todo caso, no es su primer ‘mal día’ con el Barça. En el pasado campeonato dirigió el Barça-Espanyol que acabó 1-2. Los blaugrana se quejaron de su permisividad con el juego duro de los blanquiazules. La contienda -pues eso pareció- finalizó con siete tarjetas amarillas para el Espanyol... y seis amarillas y una roja para el Barça.

La pregunta inmediata es: ¿Hay árbitros predispuestos a pitar en contra de un equipo? No sería justo acusar sin pruebas, y menos aún generalizar. Por otra parte, es evidente que cada árbitro, como buen aficionado al fútbol, lleva a algún equipo en su corazón...

Y eso es lo que se desprende de un estudio que ha elaborado Joaquim Tarrés, profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona, gran aficionado al fútbol y seguidor del Barça. Tarrés cogió los datos de los partidos de Liga de las últimas veinte temporadas de Barça y Real Madrid, en total 768 partidos, los introdujo en una base de datos “y después hice servir un ‘grouped data model’ para corregir los factores variables” en función de si actuaban como local o visitante, del rival, la temporada y el árbitro.

Durante ese periodo, el Barça ganó el 57,8% de los partidos, empató el 22% y perdió el 20,8% con unos 74,3 puntos por Liga. El Real Madrid arroja unos números similares: 57,6% victorias, 21,6% empates y 20,8% derrotas (73,8 punts por Liga). Entonces, ¿dónde está la diferencia?

En esos dos decenios al Barça le han pitado 81 árbitros y 78 al Real. “Por cada árbitro conté el número de partidos pitados a Barça y Real y una vez calculado los porcentajes de triunfos, empates y victorias y aplicados los factores de correción, hice una predicción de los puntos que obtendrían cada uno de ellos en una Liga de 38 partidos arbitrados por ese colegiado”.

Son sólo matemáticas, pero las matemáticas indican que una vez hecha la proyección estadística, en una Liga en la que Enrique Mejuto González arbitrara siempre a Barça y a Madrid, los blaugrana sumarían 64 puntos y los merengues, 86. Y que en un campeonato en el que Eduardo Iturralde González se encargara de esos 76 partidos, los de Guardiola acumularían 87 puntos y los de Pellegrini, 69.

Podría decirse entonces que unos árbitros compensan a otros; que lo que te dan una semana te lo quitan a la siguiente. Tarrés se concentró entonces en los colegiados que arbitraron a ambos clubs en la Liga 2008-09, la del ‘villarato’: ocho de ellos tienen un balance favorable al Real Madrid; otros ocho, favorable al Barça. Escarbemos un poco más. En cinco de los ocho casos favorables al Real, la diferencia de puntos sería de más de 11 puntos para los de Pellegrini. En el caso inverso, estaríamos hablando de dos casos.

¿Qué relevancia puede tener este estudio a la hora de enjuiciar la labor arbitral? Relativa, como todo en el mundo del fútbol. Pero en una temporada en la que se preve un duelo muy cerrado entre ambos conjuntos hasta el final, en la que el mínimo tropiezo puede decidir el título, la designación de uno u otro colegiado tendrá su importancia, como el resto de los ‘factores variables’ que tuvo en cuenta Tarrés. “Estamos hablando de diferencias importantes, según quién arbitre. El Barça está bien, se ha reforzado muy bien, y si no se lesionan Messi, Iniesta y Xavi... Pero el otro día, cuando vi que el mismo del derby del pasado año contra el Espanyol la volvió a liar...”, comenta.

Sin ir más lejos, la Liga 2006-07 se decidió por el ‘goal average’ después de que Barça y Madrid empataran a puntos. ¿Repasamos los árbitros...?