El Real Mallorca se dio un festín de goles e hizo enloquecer a su parroquia haciendo lo contrario de lo que acostumbra, empezar bien el campeonato. El Tenerife no sólo se fue goleado, sino que se quedó con nueve (como le pasó al Xerez) , por expulsión Bertrán y Ezquiel Luna, bajas ante el Athletic.Con la victoria de ayer, los de Manzano han dormido en puesto de Champions e igualado el mejor arranque histórico, siete de nueve puntos , conseguido con Cúper. Hacía once años que no pasaba algo así. Dirán que el Tenerife vino con lo mismo que tenía en segunda, pero los chicharreros dieron más trabajo de lo que parece. Pero el Mallorca tiene buenos futbolistas y está teniendo pegada en este arranque de campeonato. Entre los que ya estaban y los que han llegado, como Borja Valero, que ayer se reencontraba con la afición, o Julio Álvarez que se estrenó con calidad , el equipo de Manzano tiene argumentos y profundidad de plantilla. Ahora falta que se disfrute en la isla y se hable de fútbol. No será fácil.
El Tenerife se llevó un correctivo cruel, porque durante muchos minutos creyó que podía meter mano a los bermellones, que no se iría de vacío, se tutearon, pero a la hora de la verdad la diferencia de pegada fue tremenda. El Mallorca definió muy bien y el Tenerife no, y si pudo hacerlo en algún momento, ya se encargó Aouate de evitarlo. El israelí estuvo espectacular en un cabezazo de Manolo Martínez, y sobre todo en un mano a mano con Richi, a quien le quitó el balón de los pies. Era la ocasión para empatar el partido.
Había abierto el camino de la victoria el equipo bermellón Mario (cómo está creciendo este jugador), al aprovechar una salida blanda de Sergio Aragoneses que chocó con Nunes y que se desesperó pidiendo falta. Con la ventaja mínima, el Tenerife tuvo sus mejores momentos, se adueñó un rato del medio campo y dio sensación de que ese partido lo iba a amarrar, que iba a empatar, justo lo que quería Manzano.Pero entonces los bermellones encontraron espacios y así llegaron los goles. Tiene el Mallorca dos cosas muy buenas en este arranque, un portero de máximo nivel, y gol. Casi marca todo lo que remata y Adúriz encarriló el encuentro nada más empezar la segunda parte.
Pero lo más interesante en el equipo de Manzano es el camino que empieza a tomar para llegar al gol, Borja Valero tomó el mando del equipo. Este jugador tiene más recorrido y presencia, y sobre todo profundidad para que los compañeros lleguen. Con espacios lo vio como nadie, de sus botas nació la jugada del segundo gol, el de Adúriz , y suyo fue el magnífico pase a Julio Alvarez. Pero el debutante finalizó aún de mejor forma, con calidad y frialdad. La afición hizo la ola antes de que Webó marcara el penalti del cuarto gol, pero no adivina si es un síntoma del potencial de este Mallorca o es fruto de la casualidad este gran arranque.
Un guiño para los nostálgicos: hacía once años que no se producía lo que ahora se da en el Mallorca: desde la temporada 1998-99 con Héctor Cúper al mando, no firmaban los bermellones siete de nueve puntos en las primeras jornadas, lo que le ha permitido dormir en puesto de Champions a la espera de lo que dé de sí el resto de la jornada. Casi nada.
El Tenerife, por contra, vive la otra cara de la moneda, alejada, desde luego, de las sensaciones que ahora tienen los hombres de Manzano. Tras un inicio de campeonato prometedor en expectativas y resultados, lo acontecido anoche desinfla, en parte, las buenas críticas que se habían granjeado los blanquiazules, cuyo repertorio distó, y mucho, de los que habían ofrecido ante Zaragoza y Osasuna.
Fue el contraste entre un equipo que parece que entra en el carril adecuado y otro que, aún en fase de adaptación al nuevo escenario, volvió a pagar la novatada. En la Romareda cayó por su falta de puntería. En el Ono Estadi nada le funcionó y no hay más que mirar el marcador final, absolutamente esclarecedor.
El detalle: un 4-0 en contra tras más de un año
La victoria lograda ayer por el Mallorca rememoró en el Tenerife una de sus peores tardes desde que vive bajo la doctrina de José Luis Oltra. El conjunto isleño no perdía por semejante diferencia desde marzo de 2008, concretamente desde el día 22 de ese mes. Fue con ocasión de su visita al Éibar en Ipurúa. Entonces, también cayó con idéntica rotundidad. Ayer, el repaso sufrido frente al conjunto de Gregorio Manzano hizo inevitables las evocaciones a un encuentro que parecía olvidado. El Mallorca abrió viejas heridas con un recital ofensivo inapelable.
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