Francia llega invicta, sí; Francia es, hasta ahora, la mejor selección del torneo, correcto; Francia tiene cinco jugadores NBA y se ha dejado en Francia a otros cinco, vale. Pero, analizando su trayectoria, la que tiene que tener miedo es la selección gala
Francia, que lleva compitiendo desde el cinco de agosto (en la repesca), ha ganado 10 de sus últimos 12 partidos oficiales, los seis de este campeonato. Físicamente muy por encima de todos sus rivales, se ha mostrado intratable: el único partido que ha ganado apretado fue la farsa contra Grecia.
Sin embargo, el resto de sus victorias son meritorias, pero no nada del otro mundo: a Rusia en su pésima primera fase y a las débiles Alemania y Letonia. En la segunda fase, a Macedonia y a Croacia, que se metió en cuartos por los pelos. Es el peor rival posible, sí: pero su trayectoria hasta ahora no ha sido tan complicada como la de España.
Es el peor rival posible, sí: pero su trayectoria no ha sido tan complicada como la de España
La configuración de la plantilla francesa es peculiar. Hasta cinco jugadores pueden jugar de base (Parker, Diot, Jeanneau, Bokolo y De Colo), y dos de ellos suelen coincidir en pista para liberar a Parker de subir el balón.
Además, genera una curiosa estadística: tiene cinco jugadores NBA (Parker y el lesionado Mahinmi en San Antonio, Diaw en Charlotte, Batum en los Blazers y Turiaf en los Warriors), pero deja en casa, entre renuncias y decisiones del seleccionador Vincent Collet, otros cinco: Mickael Pietrus (Orlando), Joakim Noah (Chicago), Alexis Ajinca (Charlotte), Johan Petro (Denver) y Yakhouba Diawara (Miami).
Hasta cinco jugadores pueden jugar de base: Parker, Diot, Jeanneau, Bokolo y De Colo
Se tiende a simplificar a Francia en Tony Parker. Es lógico: hablamos de uno de los cinco mejores bases del mundo, posiblemente el mejor de todos penetrando a canasta. Juega el 'dos contra dos' de libro y es capaz de decidir un partido si quiere. Pero, evidentemente, el equipo no es sólo él. Es muchísimo más.
Boris Diaw, capaz de jugar de base en el Mundial de 2006 y de pívot en los Phoenix Suns, es un jugador superlativo, lleno de recursos. Físicamente prodigioso, es sensacional en el juego abierto.
Tiene cinco jugadores NBA... y se ha dejado otros cinco en casa
Nico Batum ha demostrado que en Europa es mucho más que el especialista defensivo que aparenta ser en la NBA. Le falta tirar de lejos (como a casi todos los jugadores franceses), pero su elegancia y caacidad de levantarse a media distancia hace que esté tenidneo un excelso Eurobasket.
Por dentro, su único pívot capaz de defender a 'cincos' del porte de los hermanos Gasol es Ronny Turiaf, que durante el torneo ha ido de más a menos. La baja de 'Mutombo' Mahinmi, que se lesionó los isquiotibiales en su debut en el torneo contra Alemania, puede tener su importancia contra España, pues quizá le falten centímetros en defensa contra los de Sant Boi.
El resto de pívots son 'cuatros' físicamente descomunales: Flo Pietrus, Ali Traore o Alain Koffi son del mismo corte.
Globalmente, es un equipo 'muy francés': físicamente enorme, genial en el '1x1' y el '2x2', carente de tiro exterior y competitivamente dudoso. A España es de los equipos que peor le pueden venir, porque su nivel físico es mayor que el nuestro. Pero los de Sergio Scariolo son favoritos, y es posible que los franceses ya se hayan dado cuenta.
