Senna, el escudero que le da sentido a La Roja

Marcos Antonio Senna da Silva (Sao Paulo, Brasil, 1976) es uno de esos jugadores que hacen mejores a los que le rodean. Mediocentro de calidad, su privilegiado físico le permite jugar solo, sin nadie alrededor, por delante de la defensa, un lujo en estos tiempos donde impera la ley del doble pivote.

Fantástico en el cuerpo a cuerpo, es capaz de jugar en corto y en largo, de meterse como tercer central cuando el equipo lo necesita o incluso de pisar el área contraria si así se lo pide el entrenador. Fiel escudero, da equilibrio y sentido al juego del equipo desde su privilegiada posición. Es uno de esos especialistas defensivos que hace jugar a su equipo por su dulce manejo del balón. Aunque es el más veterano de la selección española, tiene la ilusión de cualquier debutante. No hay más que verle disfrutar en el terreno de juego. Todo un lujo.

Senna no es la estrella que más reluce en La Roja, pero ¿qué sería de Xavi, Iniesta o Silva sin un jugador como Senna? El hispano-brasileño debutó en marzo de 2006 con la selección española y desde entonces ha sido fundamental tanto para Luis Aragonés como para Vicente del Bosque, los dos últimos seleccionadores de nuestro país.

Mucho se habló en la Eurocopa de Austria y Suiza de Casillas, Xavi, Villa y el goleador Fernando Torres, pero la pieza clave de aquel campeón de Europa que nunca olvidaremos fue Marcos Senna. Por algo estuvo en el equipo ideal de la Eurocopa; por algo sus compañeros le señalaron como uno de los grandes culpables del título; y por algo se ganó el corazón de todos los españoles, pese a ser el único futbolista de La Roja no nacido en nuestro país. Cuestión de compromiso y profesionalidad. Y todo sin hacer ruido.

Si el Villarreal se ha colado entre los grandes de Europa se lo debe en parte a Senna. Si no, que se lo pregunten a Manuel Pellegrini. De amarillo juega más liberado que en La Roja y así saca más partido a su llegada y especialmente a su temible disparo a larga distancia.

Pero además de un magnífico futbolista, el de Sao Paulo es un ejemplo fuera del campo. No olvida que hace 33 años nació en una favela del deprimido barrio de Jardim Rincao, donde la vida no es nada fácil. Por eso promueve proyectos para los niños más desfavorecidos tanto en Brasil como en España, sus dos patrias de corazón. Marcos Senna es de esos jugadores que deja huella para siempre en cu

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