Con un equipo que no mostró fisuras, la Inglaterra de Fabio Capello logró en Wembley enterrar su pasado para imponerse por derecho a la selección croata con un demoledor 5-1 que asegura su presencia en el Mundial de Sudáfrica.
Cierto es que el conjunto croata se movió torpe y ofreció muchos espacios, pero Inglaterra no dio opción desde el toque inicial. Buenas jugadas de Ashley Cole y Lennon por las bandas y eficacia en el ataque. Ahí, Capello optó de nuevo -sorprendiendo a muchos- por Heskey en lugar de Defoe como acompañante de Rooney.
Una falta cometida por Simunic sobre Lennon dio origen al penalti del primer gol. Lampard no falló y comenzó el espectáculo. Inglaterra no controló sus ansias y comenzó a golear sin piedad. La pareja Gerrard-Lampard no sólo dominaba el juego, sino que a ello sumaron un extraordinario acierto en los remates a portería.
Capello, contratado para meter a Inglaterra en el Mundial, cumplió su trabajo.
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