Pepe evita la despedida de Cristiano del Mundial 2010

Portugal respondió positivamente a la presión y la victoria de ayer frente a Hungría le permite mantener la esperanza de clasificarse para el Mundial. No fue una excelente exhibición del equipo de Cristiano Ronaldo, pero sí cumplió el vital objetivo de sumar tres puntos. Esta vez el gol luso no se hizo esperar como en partidos anteriores y llegó gracias a un potente remate de cabeza del central madridista Pepe, a los nueve minutos. Un gol que trajo tranquilidad al equipo de Carlos Queiroz, superior al conjunto húngaro técnica y tácticamente, que jugó a la expectativa a la espera de aprovecharse de los errores de su rival. Pero Portugal no explotó su superioridad ofensiva y el resto del partido acabó siendo monótona y aburrida.

Deco, con problemas en la pierna derecha nada más reiniciar la segunda parte, abandonó el campo y fue sustituido por el atlético Simao afilando el perfil del juego portugués. Ronaldo pasó a jugar en la banda derecha, y el esquema de Portugal cambió de un 4-4-2 a un 4-3-3. Las llegadas lusas cobraron protagonismo.

Cristiano Ronaldo tuvo que soportar la presión de la afición húngara, que le pitó y silbó cada vez que tocaba el balón. Desde el inicio fue el jugador más vigilado tanto mediáticamente como en el campo por sus adversarios. Tuvo dos buenas oportunidades para ampliar el marcador con un disparo y un mano a mano ante el meta húngaro, pero su puntería no estuvo a la altura de lo esperado. Portugal demostró que jugando un fútbol menos atractivo pero más pragmático consigue ganar y cumplir sus objetivos. Queiroz, muy criticado en los últimos tiempos en Portugal por el mal rendimiento de la selección, salvó el primer match ball en contra y se encontró con la buena noticia de que Dinamarca, líder de grupo, tropezó en Albania, donde sólo arrancó un empate.

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