El Xacobeo Galicia, con medio equipo en la enfermería, aguantó bien en la etapa de ayer. Ezequiel Mosquera, con un fuerte esguince en el tobillo, terminó en el pelotón de cabeza. "El pie no me ha molestado demasiado al pedalear, pero el cuerpo parece como si todo él fuera una contractura".
Se voló en los últimos kilómetros. Mosquera contaba que lo pasó especialmente mal en la última bajada con el pelotón lanzado. "Después del tremendo galletón que nos metimos en Lieja, psicológicamente fue una tortura meter manubrio antes del estrechamiento y jugártela en esas curvas. Porque me pagan para esto, que si no".
Dentro de sus penurias, Ezequiel no perdía el sentido del humor. "Voy a tenerle que pedir un 44 a Shimano, porque tengo el pie tan hinchado que no me cabe". Y buscaba el aspecto positivo de la jornada. "Dicen que el peor momento tras una caída es al segundo día después de caerte, es decir ayer. Quiero pensar que hoy las cosas van a rodar mejor".
Su compañero Gustavo César Veloso quitaba importancias a su golpe en el codo, porque puede "flexionar". "Pero la lesión en el talón no me permite apoyar bien ni llevar un pedaleo redondo. Cuando pillo un bache o una carretera rugosa veo las estrellas". Malas condiciones para correr cuando aún quedan 16 etapas. "Con todo lo que he trabajado este año para estar bien en esta Vuelta a España para que yo abandone me tienen que cortar una pierna".
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