"Se pasa mal cuando no estás ahí", dice Pau Gasol. No hace falta que apunte con el dedo índice de su mano izquierda, de sobras conocido. Ahí es la selección española. La frustración del catalán se va a acabar. Hoy, a falta de ocho días para el inicio del Europeo de Polonia, ha vuelto a los entrenamientos. Le esperaba Sergio Scariolo con los brazos abiertos, pero el sentimiento es mutuo. El campeón de la NBA, que no ha vuelto a jugar al basket desde la noche del anillo, no puede esperar más. "Había que sujetarle", dicen. Así ha sido su convalecencia.
Pau lo ha visto todo desde la barrera, pero con la mentalidad del alumno aplicado. Haciendo el corrillo con su gente, atendiendo a su técnico, buceando hasta el último byte de Eusebio, el 'pendrive' de la FEB donde está todo el bagaje táctico de la ÑBA. Está listo para saltar a la cancha. Y lo único que le falta es eso, minutos en el parquet, contacto, balón, estar en un cinco contra cinco, ritmo, jugar. "Viendo lo buenos que son, en lo humano y en lo deportivo, te quema no estar allí con ellos. Se pasa mal cuando no puedes hacer lo que más te gusta hacer y ves el campeonato tan cerca, con un objetivo tan grande como la medalla de oro", cuenta el catalán.
Gasol no ha perdido la sensación de la bola, ni tampoco el tacto de la pelota en su mano derecha. No era plan. Tampoco arriesgar con la mano izquierda, la del dedo vendado. Se puede sentir afortunado. Si la lesión en el tendón, que fue fea, hubiese sido un pelín más desagradable (rotura total), hoy estaría de vacaciones y la ÑBA huérfana. No ha perdido peso ni tampoco lo ha ganado. El tono físico es inmejorable, pero le falta competir, sentirse otra vez jugador. Hoy es el día.
Por eso, y al contrario de lo que se cree, Scariolo no va a dosificar a Gasol en el inicio del campeonato. Tendrá muchos minutos en los siguientes encuentros porque la intención es que esté al nivel de sus compañeros en la segunda fase, cuando España se mida, en teoría, a Turquía, Polonia y Lituania. Su estreno, su partido 103 como internacional, será el próximo jueves, en un amistoso en Vilnius ante Lituania, en el ensayo general de la selección antes de Polonia. Llegará con tres o cuatro entrenamientos. Hoy, el España-Israel (20.30 h., 21.30 h., laSexta) será su último encuentro de penitencia en el banquillo.
Inevitable hablar del funcionamiento del equipo nacional, made in Scariolo, ya con él. ¿Dónde jugará? ¿Con Marc, con Garbajosa o con Felipe? ¿De cuatro o de cinco? Vayan por delante sus preferencias. "A mí me gustaría jugar de cuatro, que es mi auténtica posición, pero tenemos que entrenar". No se considera decisivo sino importante y le chirría la broma de que le conozcan como el hermano de Marc. Lo lógico, viendo a su hermano, es que los dos Gasol coincidan mucho en cancha. Sin embargo, es lo que exigiría más trabajo previo de entrenamientos según el concepto de basket de Scariolo. Cuando Pau se lesionó fue lo que más le preocupó. Le asaltó una duda. He aquí la cuestión: ¿Sería capaz de asimilar todo lo que supone ser un cuatro en un equipo suyo? Carlos Jiménez podría hablar de esto. La respuesta en breve. Para el hombre que corregía a Aíto los movimientos en la pizarra en sus primeros meses en el primer equipo del Barça no debe de ser un problema.
Como espectador, a mano derecha al fondo del banquillo y en los últimos partidos con la compañía de Mumbrú, que esta noche puede tener unos minutos superada su rotura fibrilar, ha vuelto a disfrutar. "Es difícil jugar mejor que en el primer tiempo del España-Lituania de Sevilla. Hubo mucho acierto en el tiro y una gran defensa. Debemos seguir así. En líneas generales he visto al equipo muy bien, con triunfos significativos ante Lituania y Eslovenia. Tenemos que seguir así, con esa humildad y con el deseo de ganar".
A Pau le ha dejado boquiabierto el increíble Llull. "Nos ha sorprendido a todos, incluido a Scariolo". Esperaba lo de Marc y lo de Navarro. A Garbajosa también le tenía fichado. "Marc está en continua progresión y viene de hace un año muy bueno. Jorge está al nivel que tenía antes de irse a la NBA y Navarro, con confianza y sin molestias en los pies, es letal". Son los primeros nombres que se le vienen a la cabeza. El siguiente será el suyo. Es el fichaje.
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