Noche de homenajes en el Bernabéu. Michel Salgado se despidió recibiendo una merecida ovación que, después, se prolongó durante todo el encuentro, cuando 'su' Madrid tomó el mando y disfrutó goleando a un pobre Rosenborg que sirvió de saco de boxeo. Los blancos volvieron a protagonizar otro capítulo de pegada descomunal y se gustaron dejando buenas sensaciones en el ensayo general antes del estreno real.
Pellegrini, ingeniero del fútbol desde el banquillo, puso de inicio sobre la alfombra roja del Bernabéu a los que serán actores protagonistas el sábado contra el Deportivo. Garay compartió pareja de centrales con Albiol y Arbeloa sacó nota en el lateral derecho, donde mejor se desenvuelve. Raúl acompañó a Benzema en ataque.
El Madrid se gustó en un partido de una sola dirección. El balón fue monopolizado por el conjunto madridista y el Rosenborg hizo lo que pudo, aguantar los golpes con buena cara. Se ordenó como pudo y salió acribillado frente a un Madrid al que le sobra gol.
Lass, la aspiradora de este equipo, se impuso en la medular al lado de un Xabi Alonso que progresa creciendo en un sitio reservado para sus ideas. Kaká se deslizó por la frontal y Cristiano no encontró su sitio, la única pega del encuentro. El portugués, que apostó por la derecha, por la izquierda y a balón parado, todavía necesita tiempo, un tiempo que recortará por su peso mayúsculo como futbolista.
Benzema, mientras, apareció dos veces por la zona caliente y no perdonó. El francés abrió el marcador controlando de espuela y sacando un latigazo con la izquierda que acabó en las redes. Menos de cuarto de hora después, Karim el insaciable puso el 3-0 en el marcador recordando a un fiera brasileña que hizo historia con la misma camiseta. Benzema también disparó con su arma izquierda. Su zurdazo hubiese atravesado una muralla de hielo noruega.
Entre los dos ganchos de Benzema, irrumpió Lass donde no se le había visto. El '10' (aviso para Sneijder) aderezó su sobresaliente actuación con un derechazo desde la frontal que se coló por toda la escuadra. La aspiradora francesa también tenía balas.
Pellegrini modificó fichas tras el descanso. Entró Pepe, que se colocó al lado de Garay, y Albiol pasó al lateral que hasta entonces ocupó un Arbeloa firme y con criterio. La zaga madridista no cometió errores durante los 90 minutos, aunque hay que reconocer que la escasa exigencia era evidente. Los noruegos demasiado tenían con tapar huecos que encuentra este Madrid por acoso.
Raúl se sumó al festín a la salida de un córner. El '7' apareció donde nadie lo hizo en el primer palo para dejar su sello y dejar clara su permanencia en este equipo. Aparecieron en escena Robben e Higuaín, revolucionarios, y volvieron a sentirse futbolistas entrada la segunda mitad Van Nistelrooy y Mahamadou Diarra, que regresaron a un terreno de juego. El Madrid finalizó su ensayo general con la sonrisa en la cara. Ahora, empieza lo serio
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