España se proclamó campeona del Torneo Internacional MARCA tras imponerse de manera rotunda a la selección lituana. Los de Scariolo cimentaron su victoria en un festival de triples y una fantástica defensa. Además, demostraron tener la actitud adecuada para llevarse el Europeo, ya que no bajaron los brazos en ningún momento del choque.
El combinado nacional cogió a Lituania desprevenida desde el principio y lo aprovechó. Los de Scariolo no se complicaron la vida. Jugaron con mucha facilidad en ataque y con una enorme seriedad defensiva. Cabe destacar la efectividad del cuadro español en los triples. A base de ellos se abrió brecha en el marcador rápidamente. Garbajosa fue el primero en animarse y luego fue Navarro el que reventó la fiesta (enchufó cinco de seis).
Poca capacidad de reacción mostraron los lituanos. Los hermanos Lavrinovic intentaron tirar del carro pero nada podían hacer ante la buena defensa española. Cada intento de recortar distancias en el marcador era frustrado con algún nuevo hachazo español desde la línea de 6,25.
Si en la primera parte la superioridad española quedó patente (se fueron al descanso ganando de 16), fue en la segunda cuando el equipo español rozó la perfección. Los lituanos sudaron sangre para terminar sus ataques y eso lo aprovechó España para irse definitivamente en el marcador. Tanto que la paliza llegó a sacar los colores a los lituanos cuando se vieron perdiendo de 33.
Con el partido sentenciado lo mejor fue la actitud del combinado español. Scariolo les pidió que mantuvieran la intensidad hasta el final y sus hombres respondieron. Eso sí, sin caer en la chulería. Al final los lituanos, tirando de orgullo, intentaron reducir distancias pero el marcador ya era escandaloso.
En cuanto a los de Scariolo, la clave estará en mantener este nivel de sacrificio. Si se logra, la cosa pinta bien.
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