El Albacete se impuso en su presentación por 3-2, a un Mallorca que cometió muchos errores en su zona defensiva y que se estrelló ante un muro llamado Notario.
Las internadas de Fernando Sales, que marcó uno de los goles de la noche, y la versatilidad de Merino, fueron las notas destacadas del equipo que dirige Pepe Murcia.
Por su parte, el Mallorca mostró que necesita refuerzos si quiere mantenerse en la máxima categoría y que éstos le urgen en la parcela defensiva.
La primera mitad fue de alternativas, como suele ser costumbre en estos 'bolos' veraniegos, con dos conjuntos que trataron con mucho mimo el cuero, lo que siempre agradece el público.
El Albacete era el que controlaba a un Mallorca que no sabía cómo anular la conexión Sales-Merino. El vasco, bien secundado por Verza y Alberto, estuvo muy participativo en la primera parte e incluso intentó sorprender desde treinta metros al meta rojillo.
Pasada la media hora de juego llegaría la segunda gran oportunidad de los de casa, merced a un centro de Antonio López a la espalda de los dos centrales bermellones que Merino peinó marchándose el balón a escasos centímetros del poste izquierdo de Germán Lux.
Seguidamente, en los minutos 33 y 34, se sucedieron las dos mejores ocasiones del Mallorca en los primeros cuarenta y cinco minutos, tras sendos tiros de Martí y Varela que despejó Notario con acierto cuando se dirigían a su escuadra derecha. El segundo tiro bien merece el guante de oro tras desviar una de las voleas 'made in' Varela.
Se notaron los cambios
En la segunda parte, el conjunto visitante comenzó el carrusel de cambios, con cinco sustituciones que le dieron otro aire. Gregorio Manzano, técnico mallorquinista cambió su dupla atacante africana (Webó-Keita) por una nacional (Aduriz-Víctor) y llegaron los goles.
Antes de los goles rojillos, llegaría el segundo del Albacete, en el minuto sesenta y cinco gracias a un pase en profundidad de Merino con su socio Sales que el sevillano agradeció driblando a Lux en su salida y marcando a puerta vacía.
César, central del Albacete cedido por el Atlético, fue el causante de los dos tantos visitantes. Primero hizo un claro penalti a Víctor en el minuto sesenta y ocho que el mismo jugador transformó y más tarde, en el setenta y cuatro, una cesión con el pecho para Notario se le quedó corta, llegando Aduriz para driblar al meta local y establecer un merecido empate.
Partido de idas y venidas
El final del encuentro supuso un vaivén de ocasiones. Ya en el ochenta Aduriz estuvo cerca de marcar el segundo de su cuenta y el tercero del Mallorca pero el palo izquierdo de Notario le echó una mano más.
En el ochenta y cinco Tarantino gozó de una doble ocasión que frenó una muralla de piernas de los defensores mallorquinistas y, en el ochenta y nueve, Belencoso, en un saque de esquina, ponía la guinda local con un tercer tanto que dejaba muy satisfecha a una parroquia local que vuelve a vibrar con su equipo.
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