Emery saldrá con toda la artillería pero sin cerebro

El Valencia arranca hoy su andadura en la Europa League. Por esos caprichos del destino, Oslo está hermanada con Gotemburgo, lugar en el que los chés levantaron, precisamente, la Copa de la UEFA en 2004. Fue el final de un ciclo, tanto han cambiado las cosas que hasta la competición ha mutado su denominación, pero no deja de tener su aquel tropezarse de nuevo con Gotemburgo y su relación con la capital noruega. Principio y final, ciudades que marcan una época y evocan un deseo en las filas blanquinegras, el de recuperar aquel esplendor perdido, el que el hermanamiento entre localidades lo sea también para el valencianismo y Oslo se recuerde como el arranque de una época dorada, el lugar en el que se pusieron los cimientos de un título. Las grandes gestas empiezan dando pasos silenciosos como parece será este duelo ante el modesto Stabaek, punto y seguido entre los amistosos veraniegos y el fuego real que llega en una semana. No hay excesiva presión para este duelo, por la poca entidad del rival y porque queda la vuelta en casa, con lo que los chés jugarán con cabeza, intentando sentenciar la ronda pero sin morir en el intento.

Aunque la pasada campaña los noruegos se hicieran con su liga, este año han bajado su nivel y es que cuando se apunta como el principal peligro del rival a su terreno de juego, de hierba artificial, es que en lo deportivo no tienen muchos argumentos. El principal rival será la relajación, el no meterse en el partido o confiarse pensando en Mestalla. Pero el toque de atención del Carranza debe servir para espabilar al grupo y de que no hay peor manera de arrancar una campaña que con una eliminación europea. Nadie piensa en ello y es normal cuando ojeando la expedición aparecen Silva, Villa y Mata, que hace dos meses parecía que no volverían a juntarse en el Valencia pero que siguen como los mejores 'fichajes' de la 09-10. Los tres son garantía de gol.

Eso sí, la duda es quién les nutrirá de balones pues la baja de Baraja deja al equipo huérfano de un cerebro que maneje la sala de máquinas. El Pipo ha caído y el club lleva años sin ser capaz de firmar un sustituto de garantías y el Valencia anda descerebrado, con músculo en la medular pero sin ideas. Es el hándicap principal de Unai hoy y este año, y que va a intentar parchear con Banega. Ever tiene la oportunidad que esperaba y debe demostrar si puede ser director o actor secundario.

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