Para el chileno Reinaldo Edmundo Marchant, el autor del libro con prólogo de Jorge Valdano, Garrincha personificó un enorme cambio para el fútbol, "el primer genio que pisó una cancha", asegura.
''El Ángel de las piernas torcidas'', se titula un libro presentado hoy en Santiago de Chile y cuyo tema principal es el inmortal Manuel dos Santos, ''Garrincha'', figura de Brasil y el fútbol mundial.
El título evoca una de las formas en que ha sido llamado el astro del Botafogo y estrella de los mundiales de 1958 y 1962, que para el autor del libro, el chileno Reinaldo Edmundo Marchant, personificó un enorme cambio para el fútbol, que para él fue una manera de dar alegría al pueblo.
A su juicio, antes de que ''Mané'' pisara una cancha el fútbol era un espectáculo que carecía de genios, pues no existía quien emprendiera regates, brincos, amagos, cabriolas y movimientos imperceptibles con el cuerpo.
Por "la poesía que dibujó en el césped", el libro está dedicado a Garrincha, aunque también ofrece otras historias del fútbol.
Una plena coincidencia manifiesta, en el prólogo, Jorge Valdano, el ex internacional argentino, actual director general del Real Madrid, para quien Garrincha jugaba "como hablaba Cantinflas".
"Un hombre libre, un estilo poético, una máquina de amagar desde sus piernas torcidas que no se sabía para donde iba a arrancar, hasta sus ocurrencias geniales y divertidas que dejaban siempre una víctima en el camino", sentencia.
Reinaldo Edmundo Marchant (Santiago, 1958), antes de ser escritor fue futbolista profesional, puntero derecho -como Garrincha-, del Palestino y el ya desaparecido Deportivo Aviación, por lo que el fútbol no le es ajeno y de hecho, "El ángel de las piernas torcidas" es su cuarta publicación relacionada con el balompié.
Su trayectoria incluye además novelas y poesías, así como dos antologías binacionales, una de Cuentos y otra Poesía, que publicó junto a Mario Benedetti en 1996, en Montevideo, donde se desempeñó como agregado cultural de la embajada de Chile.
Fue a través de Benedetti que Marchant conoció a Jorge Valdano, quien en su prólogo sostiene también que fútbol y literatura "resultan compatibles a fuerza de ser distintos".
Un flechazo poético
Marchant recuerda que siendo niño pudo ver al Botafogo de Garrincha en el estadio Nacional y sintió "un poético flechazo" al ver sus evoluciones y apreciar cómo, cada vez que tomaba la pelota, el público se ponía de pie para disfrutar de su juego impredecible y maravilloso.
"Entonces entendí que la esencia de este deporte residía en el júbilo que iba a buscar el público y Garrincha fue el futbolista que más alegría regaló a la gente en toda la historia", manifestó el autor.
"Él no jugaba para las estadísticas, ni para él, lo hacía para los hinchas. Lo hacía de espalda a las formalidades estratégicas, como lo haría un niño o un pájaro que simplemente se divierte, sin tener otra intención", añadió.
En el libro, Garrincha es recordado devotamente por Pelé y Maradona mientras conversan en un aeropuerto japonés y hasta habla el propio ''Mané, que le cuenta al narrador todo sobre su manera de ver el fútbol y el apego y desapego que mostró siempre hacia el deporte y hacia la vida.
El libro ofrece además otras narraciones sobre fútbol, como la del portero que prefería sentarse en el travesaño a ver el partido, un cura que decía tener dos vocaciones, el fútbol y la religión, en ese orden o la historia de ''Gay Galindo'', un fiero defensa que acechaba a los rivales en la cancha y a sus compañeros en las duchas.
Según Jorge Valdano, "después de leer este maravilloso libro de Jorge Marchant hay que comerse un sandwich y tomar una Coca Cola como cuando, de chicos, terminábamos de jugar un picado".
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