Felipe Massa se recupera en su casa de Sao Paulo del grave accidente que sufrió en el pasado GP de Hungría, pero, a pesar de todo, afirma que está "loco" por regresar a los circuitos. El brasileño piensa en disputar la penúltima carrera del calendario que se celebra en su país, el próximo 18 de octubre.
"Espero poder regresar en el Gran Premio de Brasil. Lógico que no soy yo el que decide sino los médicos, pero necesito mostrar que puedo correr el Gran Premio de Brasil", afirmó.
"Estoy loco por correr de nuevo, independiente de cualquier cosa", agregó. El brasileño admitió que antes de regresar a las pistas tras el accidente "ridículo" que sufrió en Hungría el 25 de julio pasado necesitará la autorización tanto de los médicos como de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Agregó que pese a que su deseo sería regresar incluso para el Gran Premio de Europa, que se disputará en Valencia el próximo domingo, aún no está al 100%.
Todavía no ha recuperado la visión en el ojo afectado por el accidente, que llegó a estar en el 40% en los primeros días pero que ya está en el 95%. Los médicos consideran que en breve ya no tendrá problemas.
Massa anunció que en los primeros días de septiembre se someterá a una nueva tomografía para que los médicos puedan valorar la evolución de la lesión y que, si los especialistas no ven problema, inmediatamente pedirá la autorización de la Federación para regresar.
Pese a esos problemas, asegura que no perdió el miedo a acelerar, incluso porque su accidente fue "tonto, ridículo". "Yo ni alcancé a ver el muelle. Me golpeó en el casco y perdí la conciencia inmediatamente", relató.
"El accidente es algo que no forma parte de mi vida. Me enteré de lo que había ocurrido después, cuando me lo contaron en el hospital y vi las imágenes. Yo no lo sentí", afirmó.
"Desde el punto de vista psicológico, el accidente no generó ningún efecto en mí. Ya sufrí accidentes peores", agregó.
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