El Athletic se vuelve a ver en la pelea por un título. La hinchada, que todavía tiene fresca la final de Copa de Valencia, tiene oportunidad de disfrutar de una gran noche en el choque del domingo contra el Barcelona. Las entradas salieron el miércoles a la venta con una notable respuesta de aficionados en las taquillas, pero la presión desapareció en la jornada de ayer. El buen tiempo hizo que hasta los más fieles se decidiesen por dejar lo de comprar la entrada para más tarde.
La directiva no se ha andado con miramientos y obligará a pagar a sus socios y abonados. La medida no ha sentado nada bien entre los socios rojiblancos, que en lo que va de agosto ya han tenido que pagar por ver el Athletic-Young Boys de la ronda previa de la Liga Europea y tendrán que volver a hacerlo el próximo jueves en el cruce contra el Tromsoe noruego.
La respuesta de los socios es una incógnita. Todavía tienen plazo para comprar sus billetes, pero hay quemazón por la obligatoriedad de pasar por taquillas para una final que aunque ilusione es a doble partido y se decidirá la próxima semana en Barcelona. Además, no hay que pasar por alto que hasta la pasada campaña el club ofrecía un partido gratis a sus abonados contra un rival de campanillas del concierto europeo. Se denominaba 'Homenaje al Socio', pero los dos últimos años no ha tenido oportunidad de repetirse bajo el mandato presidencial de Fernando García Macua. Con el abogado al frente del club sólo ha habido un encuentro de esas características. Y fue porque ya estaba programado cuando llegó a la presidencia.
De fuera.
A expensas de la determinación de los socios, lo más previsible es que La Catedral se llene de aficionados de ocasión. Es decir, esos que por la falta de entradas a la venta sólo pueden acudir en circunstancias muy especiales: cuando los socios no deciden retirar sus billetes.
Muchos de los que acudirán al estadio serán hinchas del Barça. Los que hay en el País Vasco y los que se encuentran en Vizcaya disfrutando de las vacaciones.
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