Imaginemos un deporte (aunque no esté reconocido como tal) que mezcle baloncesto, hockey y fútbol americano. ¿Imposible? No, es Slamball. Esta disciplina surgió en Los Ángeles (Estados Unidos) hace sólo siete años, de la cabeza de quien es ahora jugador de la misma, Mason Gordon.
Dos equipos de cuatro jugadores en una cancha de dimensiones similares a las del baloncesto, canastas reforzadas y, debajo de las mismas, en lo que sería la zona, camas elásticas. Aún hay más, no hay fueras de banda (como en el hockey) y el contacto está permitido incluyendo placajes (como en el fútbol americano) salvo en entradas a canasta. Todos estos ingredientes dan una mezcla en la cual sobresale el ingenio, la fuerza y el contacto. Otro producto-espectáculo de la factoría norteamericana que llega a España de la mano de Cuatro (sábados y domingos por la mañana) y que amenaza con repetir el éxito de apuestas anteriores como Pressing Catch.
De videojuego.
El campeonato, formado por seis equipos, atrae cada vez a más público, que acude a ver saltos, mates y tapones dignos de los videojuegos. Esto asegura la supervivencia de un deporte creado para ser televisado ya que, de hecho, contó con un contrato antes de tener los equipos creados y los jugadores listos. Además, las formaciones ya cuentan con sus propias estrellas. Dentro de los handlers (organizadores) destacan Josh Carlson, de los Bouncers, y el Sheriff Janisse, de los Rumble, apodado así por trabajar, fuera de las canchas, como policía en Los Ángeles. Los gunners (anotadores) tienen a Stam Fletcher, de los Maulers, y a Lamonica Garrett, de los Mob, como sus principales estrellas. Garrett dejó una prometedora carrera como actor y modelo para dedicarse, de manera profesional, al Slamball. Por último y, en el puesto menos atractivo, el de stopper (defensa), se impone el gigante George Byrd que, con sus 2,07 de altura y sus maneras de profesional (jugó en la Liga Universitaria de Estados Unidos) se encarga de parar cualquier intento de canasta cercano al aro en los 20 minutos que dura cada encuentro (cuatro tiempos de cinco minutos).
Se ha pensado en cómo adaptar el modelo para Europa. Sin embargo, en 2006, se realizaron exhibiciones en varias ciudades de Italia que, debido al escaso interés que suscitaron y la baja afluencia de público, desaconsejaron el trasvase del modelo a nuestro continente.
En todo caso y, superada la crisis de equipos y patrocinadores que llevó a suspender la liga entre 2003 y 2007, este deporte ha retomado con fuerza la actividad y ha llegado a nuestro país donde, cada fin de semana, más adeptos se suman a un nuevo fenómeno, a Slamball.
Algunas curiosidades:
Penalti de Hockey. Uno contra uno. Si un jugador comete falta o hace una acción ilegal se pita penalti. El lanzamiento, al igual que en el hockey, es un uno contra uno entre el jugador objeto de la falta y un contrario.
Mason Gordon. El ideólogo. Mason Gordon fue el creador de este deporte en Los Ángeles. Además, el ahora jugador de los Bouncers, está considerado como uno de los mejores gunners del campeonato.
Mates más valiosos. Jugadas de tres. En Slamball, los mates valen tres puntos y las canastas normales, dos. Los equipos intentan, continuamente, puntuar mediante mates, lo que lo convierte en un gran show.
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