Hay tanta igualdad entre Rossi y Lorenzo dentro de la pista que ambos echan mano de lo que pasa fuera, la batalla psicológica.
Por más que Michael Schumacher nunca llegara a reconocerlo, son muchos los que aseguran que en el contrato que le vinculaba con Ferrari había una cláusula secreta que estipulaba que el piloto alemán tenía plenos poderes en el equipo, y que incluso podía llegar a decidir sobre su compañero. Consciente de que competía coartado por su vecino de taller, Rubens Barrichello, que coincidió con él entre 2000 y 2005, salía a la pista medio derrotado, sabiendo que, si las cosas iban de maravilla, como mucho terminaría segundo.
Aunque Schumacher tiene en Valentino Rossi a su homólogo en el Mundial de MotoGP, la jerarquía que pueda haber en el equipo Yamaha no parece tan flagrante como la que existía en Ferrari. Así se entiende que Rossi y Jorge Lorenzo, los dos pilotos oficiales de la marca japonesa, lleven todo el año midiéndose en corto en el campeonato más ajustado en mucho tiempo. El italiano tiene 14 puntos de ventaja con respecto al español, acumula cuatro victorias por dos de Lorenzo, mientras que ambos han terminado en el podio en ocho de las nueve pruebas que se han disputado. Hoy, en la última visita del Mundial de MotoGP a Donington Park, Rossi arrancará primero, seguido de Dani Pedrosa, mientras que Lorenzo saldrá tercero.
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