Serena Williams es la nueva campeona de Wimbledon tras derrotar a su hermana por 7-6 y 6-2. La menor de las dos hermanas se ha fundamentado su victoria en el saque con el que no ha dado opción a su rival. Con esta victoria en el la hierba londinense Serena obtiene su undécimo título de Grand Slam y su tercer Wimbledon tras las victorias de los años 2002 y 2003.
El primer set fue un continuo bombardeo de saques y derechas en el que ninguna de las dos daba opciones a su rival para hacer el break. Salvo en una ocasión en la que Venus con 4-3 a su favor tuvo dos bolas de break que no supo aprovechar. A partir de ahí Serena cogió confianza y no sólo dominaba su saque con claridad sino que lograba hacer algo de daño a su hermana.
Venus conseguía mantener su servicio y al revés que su rival dejó de hacer daño al resto. Una vez en la 'muerte súbita' Serena elevó todavía más su nivel de juego y no dio ninguna opción a su hermana que veía como se le comenzaba a escapar la final.
Serena comenzó la segunda manga dominando tan claramente como lo había hecho en el tie break del primer set y Venus comenzó a acusar la pérdida del primer parcial. La mayor de las Williams no encontraba la manera de hacer daño a su hermana y comenzó a desesperarse.
Serena sabedora de ello apretaba todo lo posible al resto para lograr el break, algo que conseguiría en el sexto juego de ese segundo set, para poner el 2-4 en el marcador. A partir de ahí el partido fue muy plácido para ella que no tuvo ninguna oposición por parte de su hermana. Al final Venus tiró de casta para levantar tres bolas de partido, pero al final no pude ante el empuje de su rival.
Con esta victoria Serena lográ vengarse de la derrota que sufrió a manos de su hermana en la hierba londinense el año pasado, una espina que ha tenido clavada durante 365 días y que por fin ha podido quitarse de encima.
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