Albiol también desató la euforia en el Bernabéu

Raúl Albiol fue presentado ayer como nuevo jugador del Real Madrid bajo el mismo escenario y con el mismo guión que la puesta de largo de Kaká. No fueron los 50.000 aficionados que acudieron a ver a Kaká, pero las 8.000 personas que arroparon al valenciano dejan clara la sintonía con el nuevo proyecto.

En esta versión española el ambiente fue similar, con un denominador común: los elogios a Florentino Pérez. "Estamos tritrankilos: Kaká, Cristiano y Albiol", rezaba una pancarta en la grada. El público, en su mayoría adolescente, se rindió al presidente blanco en gritos y también en pancartas: "We belong to Florentino".
Discurso.

El máximo mandatario madridista tomó la palabra a la 21:10 horas: "Estamos aquí para dar la bienvenida a uno de esos jugadores españoles que nos emocionaron con la conquista de la Eurocopa. Vamos a recibir a uno de los mejores defensas de nuestro fútbol, de España y de Europa. ¡Bienvenido, Raúl Albiol!". El segundo fichaje español de Florentino en su segunda etapa en la entidad madridista (después de Negredo) tardó poco en descubrir la incógnita del número. El jugador, nada más aparecer por la pasarela (en la que estaban de fondo Raúl, Juanito, Di Stéfano y Zidane), se giró para saludar a la afición y se le vio el dorsal 18, que hasta la fecha era de De la Red.

Albiol aguantó los nervios y pronunció sus primeras palabras como madridista: "Voy a ayudar a conseguir muchos títulos. Gracias por todo. ¡Hala Madrid!".

¡Que bese el escudo!", repetía una y otra vez el público, mientras el defensa se aproximaba a Catharina, una privilegiada niña de 7 años que, al igual que en la presentación de Kaká, acompañó al protagonista de la tarde-noche. La familia Albiol-Tortajada no se lo acababa de creer. Su padre (Miguel), sus hermanos (Miguel, de 27 años, y Brian, de 15), su novia y su hija (Alicia y Azahara) contemplaban con admiración las nueve Copas de Europas. Su madre, Manoli, que no pudo desplazarse, vio a su hijo desde la localidad valenciana de Villamarchante. Acababa de sonar el Nessun dorma de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini, y su hijo mediano, Raúl Albiol, de 23 años, estaba posando junto a Florentino y Di Stéfano.

El internacional jugará en el conjunto blanco las próximas cinco temporadas y tiene una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Al igual que Kaká, Albiol se dio un baño de masas. A continuación, se fotografió con toda la Junta. En ese instante, el directivo Otero Lastres le recordó lo que demandaba la grada: "Piden que beses el escudo". Y, a los dos segundos, lo besó hasta tres veces. El valenciano se ganó al Bernabéu. Era el final de una jornada maratoniana que empezó a las 9:00 horas con el reconocimiento médico.

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