El italiano Riccardo Ricco, suspendido 20 meses por dopaje, afirmó que llamará Alberto a su hijo, que nacerá en los próximos meses, "en honor" de su "gran rival y amigo" Contador.
Así lo declaró en una entrevista que publica el diario francés "Le Figaro", en la que "la Cobra" lamenta haberse dopado y explica que lo hizo "por miedo a decepcionar".
"Pese a todo, las dos semanas (del pasado Tour) fueron las más bonitas de mi carrera: el maillot de puntos (de la montaña), los aplausos del público, los honores, el respeto de los adversarios, las dos victorias de etapa. Me veía en el paraíso de los grandes", dijo. "Y después estaba cansado, tenía miedo de decepcionar y cometí un error que estoy pagando duramente. Y lo lamento profundamente", agregó.
Ricco dio positivo por CERA, EPO de tercera generación, en la cuarta etapa del pasado Tour de Francia y fue excluido de la carrera unos días después, tras haberse impuesto en dos etapas de montaña. Su caso conmocionó al pelotón, porque su nombre figuraba entre los candidatos a lograr la victoria final y porque se convirtió en el primer ciclista controlado positivo por una nueva sustancia, lo que abrió una nueva vía en la lucha contra el dopaje.
El ciclista italiano purga desde entonces una sanción de 20 meses de suspensión, después de que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) la redujera cuatro meses al considerar que el corredor había colaborado con las autoridades antidopaje. Desde entonces, Ricco piensa en su retorno a la competición, aseguró, y se ha puesto como fecha la Milán-San Remo del año próximo. "Luego espero disputar algunas clásicas, el Giro, la Vuelta a Suiza y la Vuelta a España", aseguró.
Para regresar al Tour de Francia tendrá que esperar a 2011, cuando espera volver "con la intención de hacer algo grande". Ricco ha firmado un contrato con el equipo Ceramica Flaminia, una formación "con grandes ambiciones" en la que espera encontrarse cómodo. Mientras, el italiano asegura que entrena "entre siete y ocho horas diarias durante cuatro días por semana", recorre "algo más de 200 kilómetros con fuertes desniveles" y es seguido por un preparado. "Honestamente, estoy en buena forma. Podría correr mañana una gran vuelta y luchar con los mejores", agregó.
Compañeros sin solidaridad
Tras "seis meses terribles" tras su positivo, su paso por la comisaría francesa y su suspensión, el ciclista recuperó la moral y se fijó como objetivo volver a competir. "El día que confesé oficialmente que me había dopado me sentí mejor. Asumí mis responsabilidades", añadió.
Ricco dijo no tener contacto con "nadie" el mundo del ciclismo "desde julio pasado".
"En el vocabulario del pelotón la palabra solidaridad ha sido borrado desde hace mucho tiempo y sustituida por la de hipocresía", aseguró.
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