El Real Madrid culminó con empate a uno frente al Eintracht, su último amistoso antes de la ida de la Supercopa. Los de Bernd Schuster tuvieron numerosas ocasiones para llevarse el encuentro, pero la estrella de la noche fue Nikolov, portero de los alemanes, que con sus incontables intervenciones evitó la derrota de su equipo.
En un estadio completamente lleno se dieron cita 45.000 espectadores para ver el partido y de paso homenajear a Gento, Pachín y Santamaría, campeones de Europa en 1960 tras vencer al Eintracht en Glasgow por 7-3 en el denominado 'Mejor partido de la historia del fútbol'. Además, este encuentro suponía la vuelta a los terrenos de juego de los jugadores que participaron en la final de la Eurocopa: Casillas, Ramos, de la Red y Metzelder.
La primera parte fue de 'idas y venidas' entre ambos equipos y eso parecía el prólogo de un encuentro lleno de goles. El Eintracht se adelantó en el primer cuarto de hora por mediación de Bellaid, tras un remate de cabeza en el segundo palo, algo que pareció descomponer definitivamente la idea de juego que Schuster quiere para 'su' Madrid. Ambas escuadras luchaban por la posesión del esférico, pero el acierto en el pase no aparecía por ningún lado y se perdían balones contínuamente